“Las fuerzas israelíes continúan bombardeando áreas que unilateralmente han designado como ‘seguras’ para la evacuación, lo que confirma que ningún lugar en Gaza es seguro (...) y plantea el riesgo de una mayor escalada de las hostilidades en Rafah”, según la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
El informe diario de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU sobre la situación en Gaza indica que el aumento de los refugiados en Rafah se debe a los desplazados internos que huyen de la asediada Jan Yunis, donde los ataques israelíes continúan por cuarto día consecutivo contra los hospitales de Al Aqsa, Nasser y Al Amal.
En este sentido, la Media Luna Roja Palestina advirtió que la situación de aislamiento de los hospitales y centros médicos de la zona está obligando a pedir a los desplazados internos que donen sangre porque no pueden acceder a los bancos de donación ni desplazar a los heridos fuera de la zona.
En la misma Jan Yunis, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) informó también de un ataque con proyectiles contra un centro de entrenamiento convertido en albergue que acogía a unos 800 refugiados, dejando al menos 9 muertos y 75 heridos.
Mientras, los servicios de telefonía e internet se han empezado a restablecer paulatinamente en ciertas zonas del territorio palestino después de dos semanas de interrupción, según la compañía de telecomunicaciones Paltel, que brinda estos servicios.
En las últimas 24 horas, al menos 210 palestinos han muerto y otros 386 resultaron heridos como consecuencia de los ataques de las fuerzas israelíes sobre la Franja de Gaza, de acuerdo con informaciones del Ministerio de Salud gazatí.