En una reunión de su gabinete retransmitida por la televisión pública ERT, el mandatario griego señaló que "no es aceptable que existan ciudadanos con menos derechos que otros" y quiso dejar claro que la legalización del matrimonio homosexual es un asunto del Estado griego y no de la Iglesia.
"Respeto las posturas de la Iglesia, pero aquí estamos hablando sobre decisiones del Estado y no sobre creencias teológicas", acentuó el mandatario.
Estas declaraciones llegan un día después de que el "Santo Sínodo", el máximo órgano de la Iglesia Ortodoxa griega, decidiera oponerse al proyecto de ley, ya que este "abole la tradición familiar griega" y "promueve la eliminación de la paternidad y la maternidad", según un comunicado leído tras el término de la reunión.
La reforma legal propuesta por el Gobierno permitiría además a las parejas homosexuales adoptar hijos y regularizaría la precaria situación en la que se encuentran muchos niños con progenitores homosexuales, ya que sólo a uno de los miembros de la pareja se les reconocen los derechos sobre los hijos.
Mitsotakis señaló que uno de los principales objetivos de este proyecto es "proteger" a estos niños que "deben tener los mismos derechos que todos los demás".
Sin embargo, la Iglesia no es el único que se opone a este proyecto.
Muchos diputados del mismo partido de Mitsotakis, la conservadora Nueva Democracia (ND), incluso algunos de sus ministros y viceministros, han dejado claro que votarán en contra de la ley o se abstendrán.
Además, según la gran mayoría de las encuestas realizadas en los últimos meses, la sociedad griega está dividida sobre este tema.
Según una encuesta publicada por el diario "Parapolitiká" la semana pasada, el 49 % de los griegos está en contra de legalizar el matrimonio homosexual, mientras que el 69 % no está de acuerdo con permitir la adopción de hijos a parejas del mismo sexo.
No obstante, Mitsotakis declara que está decidido a seguir adelante con el proyecto de ley, que será presentado al Parlamento para su votación en la primera mitad de febrero, según la emisora pública ERT.
Stefanos Kasselakis, el líder del principal partido de oposición, el izquierdista Syriza, ha señalado que su partido votará a favor de la ley, con lo que se espera que se alcance la mayoría para su aprobación pese al voto negativo de algunos parlamentarios del partido de Mitsotakis.