"Hemos llegado a un momento donde tenemos que tomar una decisión política, ya no es una cuestión técnica", declaró el mandatario a periodistas al reflexionar sobre el proceso entre ambos bloques "después de 25 años de negociaciones".
"Es una decisión política -complementó-, si queremos realmente avanzar con un proceso de integración más profundo".
Peña, cuyo país ejerce la presidencia rotatoria del Mercosur, se pronunció cuando Asunción se prepara para recibir entre este martes y el miércoles a los ministros de Relaciones Exteriores, que sostendrán su primer encuentro después de la cumbre de presidentes de este mecanismo sudamericano celebrada en diciembre pasado en Río de Janeiro (Brasil).
El mandatario señaló que este bloque ha encomendado a Brasil llevar la vocería del Mercosur en la negociación con los Veintisiete.
En todo caso, aseguró que de parte de Paraguay "hay una enorme predisposición".
"Paraguay le tocó liderar la negociación de un acuerdo de libre comercio con Singapur, que lo firmamos en diciembre. Hoy estamos llevando adelante una negociación con los Emiratos Árabes Unidos, que creemos que también va a ser un paso muy importante; así que nuestra vocación de integración al mundo es clara, sin ningún margen de duda", sentenció.
Llamó, en ese sentido, la atención sobre la "velocidad tremenda" a la que avanza el mundo y los acuerdos comerciales.
"Asia está demostrando ser de los mercados más, pero más ágiles y más dinámicos del mundo", mencionó Peña, quien consideró "fundamental" para su país mediterráneo llegar al Pacifico a través del corredor bioceánico (una carretera regional que conectará el Cono Sur desde el océano Atlántico hasta los puertos en Chile).
Paraguay recibió en diciembre pasado de manos de Brasil la presidencia pro tempore del Mercosur, con la atención puesta en otros mercados.
Sin embargo, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, señaló que durante el semestre pasado ambas partes avanzaron hacia un texto más equilibrado y pidió que Paraguay insista en las negociaciones.
Después de dos décadas de contactos, la UE y el Mercosur llegaron en 2019 a un acuerdo de asociación, pero dejaron pendientes algunos aspectos técnicos que debían ser resueltos el año pasado. Las discusiones se han complicado por la aparición de nuevas demandas, en particular en material ambiental, que el Mercosur considera "inaceptables".