La exención fiscal a los pastores evangélicos fue concedida en julio de 2022, tres meses antes de las elecciones presidenciales, por el entonces jefe de Estado, el líder ultraderechista Jair Bolsonaro, que tuvo en los evangélicos, especialmente entre sus líderes, uno de los grupos más fieles a su Gobierno.
Haddad se comprometió en el encuentro a crear un grupo de trabajo para analizar la medida revocada y que eximía del impuesto sobre la renta a los pastores y líderes de las iglesias evangélicas, y determinar si el Gobierno mantiene la decisión o la levanta, según explicó en declaraciones a los periodistas.
La revocación generó una dura respuesta de los parlamentarios evangélicos, que llegaron a acusar a Lula de perseguirlos, de prejuicios religiosos y de incitar ataques a los cristianos.
Algunas de las duras críticas fueron vertidas en un documento suscrito por el frente parlamentario evangélico, compuesto por 203 diputados, más de un tercio de los 513 de los integrantes de la Cámara baja, y por 26 de los 81 senadores.
Lea más: Santiago Peña y Lula da Silva siguen sin definir la tarifa de Itaipú para este año
De acuerdo con analistas, el temor de perder el respaldo de este grupo a importantes proyectos legislativos que el Gobierno presentó a consideración del Congreso llevó al Ejecutivo a reaccionar inmediatamente para intentar apaciguar los ánimos.
Haddad, tras su encuentro con los legisladores evangélicos, explicó que la revocación no fue una decisión del Gobierno, sino de la Administración Federal de Impuestos debido a que la norma en cuestión genera diferentes interpretaciones.
"Suspendimos provisionalmente el acto y creamos un grupo de trabajo para intentar entender cómo interpretar la ley aprobada por el Congreso para no generar problemas porque el Fisco tiene que cumplir la ley y los fiscales necesitan seguridad jurídica para hacerlo", dijo Haddad.
El grupo que analizará el asunto estará integrado por miembros del Ministerio de Hacienda, la Administración de Impuestos, la Abogacía General y el Tribunal de Cuentas, pero escuchará a representantes de los parlamentarios evangélicos, explicó el ministro.
"Estamos promoviendo un diálogo porque hubo una politización indebida de un asunto que es jurídico", afirmó.
La decisión calmó provisionalmente el ánimo de los parlamentarios ya que por lo menos los que acompañaron a Haddad en su pronunciamiento a la prensa dijeron que había quedado claro que no se trataba de una persecución.