El Parlamento Europeo aprobó en sesión plenaria en Estrasburgo (Francia), con 532 votos a favor, 61 en contra y 33 abstenciones, la iniciativa legislativa del eurodiputado socialista español Ibán García del Blanco, cuya propuesta reclama una remuneración más justa para los creadores musicales.
El informe presentado por la Eurocámara, que no contempla un plazo para la presentación de una propuesta legislativa, deberá ser ahora evaluado por la Comisión Europea.
“No puede ser que el sector de la música esté generando, como mínimo, unos ingresos anuales de más de 22 millones de dólares (más de 20 millones de euros) y que los artistas no puedan vivir directamente de las reproducciones de su música”, señaló en una entrevista con EFE García del Blanco.
Sobre la situación de los artistas españoles, García del Blanco consideró que es “sustancialmente mejor” en comparación con la de otros creadores europeos dada la expansión de la lengua española en el mundo, pero confirmó que su condición es aún así “igual de débil o precaria”.
El informe afirma que nunca antes el “pastel” financiero de la música había sido tan grande, pues incide que el sector de la música en plataformas en línea representa el 67 % de los ingresos mundiales de la industria musical, pero que, a su vez, nunca antes los creadores habían sufrido tantas dificultades.
El eurodiputado socialista destacó a EFE que empresas como la sueca Spotify o algunos sellos discográficos como Universal Music ya han comenzado a renegociar el porcentaje de retribución de los artistas, pero incidió en que, si el mercado “no es capaz” de responder por sí solo a estos desequilibrios, las instituciones europeas deberán proponer “una reforma legal”.
Los eurodiputados reclamaron más visibilidad para los artistas europeos en las plataformas de emisión en línea, así como para las obras musicales en lenguas minoritarias o de autores independientes, en un mercado que consideran dominado a escala mundial por unos pocos agentes y por listas de reproducción cada vez más uniformes.
En este sentido, García del Blanco consideró que “se podría valorar” si un sistema de cuotas de protección para obra europea -como el utilizado en el sector audiovisual- podría funcionar en el mercado de la música.
“Tenemos que garantizar que exista diversidad y que no se empobrezca la experiencia cultural por culpa de las modalidades por las que se consuma la música, ya sea por la uniformidad de estilos e incluso por la preponderancia de solo artistas masculinos”, afirmó.
En aras de conseguir esta pluralidad, la Eurocámara destacó también la necesidad de abordar el uso de la inteligencia artificial (IA) en el sector cultural y pidió disposiciones jurídicas que garanticen la transparencia de los algoritmos en los sistemas de recomendaciones en las plataformas musicales.
“Se trata de intentar que esos algoritmos también generen más diversidad, más allá de ofrecer consejos sobre el tipo de música que el usuario suele escuchar, para que puedan enriquecer la experiencia cultural y dar a conocer otros estilos y formas", señaló el eurodiputado.
Además, y también en línea con la recién pactada ley de inteligencia artificial de la Unión, los eurodiputados exigieron que el público conozca si las canciones o los artistas que escuchan han sido generados por esta herramienta, así como un mayor despliegue contra los contenidos musicales manipulados que suplantan las voces de los intérpretes.