La ruptura de lazos diplomáticos con Nauru se produce apenas dos días después de que el vicepresidente y candidato del gobernante Partido Democrático Progresista (PDP), William Lai (Lai Ching-te), se impusiese en las elecciones presidenciales de Taiwán con un 40 % de los votos.
En una comparecencia de prensa, el viceministro de Asuntos Exteriores de Taiwán, Tien Chung-kwang, quien fue el encargado de anunciar la ruptura de relaciones, aseguró que China “siempre está intentando sofocar a Taiwán” en el escenario internacional.
“Tenemos toda la confianza con los países con los que tenemos buenas relaciones. No vamos a caer en la trampa de la propaganda china, pero por supuesto mantenemos una gran alarma ante la situación”, aseveró el viceministro al ser preguntado si Taiwán temía un "efecto cascada" del resto de sus aliados diplomáticos.
Posteriormente, el Ministerio de Exteriores de Taiwán expresó en su cuenta oficial de X -antes Twitter- que la elección de este momento “no es sólo una represalia de China” contra los comicios que celebró la isla, “sino también un desafío directo al orden internacional”.
“Taiwán se mantiene inquebrantable y continuará como una fuerza para el bien”, sentenció la Cancillería.
Esta decisión llega después de que el Gobierno de Nauru, una pequeña nación insular del Pacífico sur, anunciase este lunes la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Taiwán y el reconocimiento de la República Popular China.
Un breve comunicado divulgado hoy por el Gobierno de Nauru en Facebook subraya que el país reconoce el principio de "una sola China" y que busca retomar relaciones diplomáticas plenas con Pekín.
"(Nauru) reconoce a la República Popular China (RPC) como el único gobierno legal representando a toda China y busca la reanudación de las relaciones diplomáticas plenas" con dicho país, enfatiza.
El país insular argumenta el cambio de política como un primer paso para "avanzar en el desarrollo" de la pequeña república oceánica.
Durante los ocho años de mandato de la actual presidenta, Tsai Ing-wen, Taiwán acusó la pérdida de nueve aliados diplomáticos, diez sumando a Nauru: Santo Tomé y Príncipe (2016), Panamá (2017), República Dominicana, Burkina Faso, El Salvador (2018), Islas Salomón, Kiribati (2019), Nicaragua (2021) y Honduras (2023).
De esta forma, Taiwán tan sólo conserva el reconocimiento diplomático de doce Estados, siete de ellos ubicados en América Latina y el Caribe, como Paraguay, Guatemala y Haití; tres en Oceanía, uno en África y otro en Europa (Ciudad del Vaticano).