Los niños y niñas gazatíes representan más del 40 % del total de muertos en casi 100 días de guerra, más de 23.400 personas, además de casi 8.000 cuerpos que se estiman bajo los escombros.
"Los niños de Gaza que sobreviven a la violencia sufren horrores indescriptibles, como lesiones que les cambian la vida, quemaduras, enfermedades, atención médica inadecuada y la pérdida de sus padres y otros seres queridos", indicó la ONG.
Los 10.000 niños muertos son el 1% de los 1,1 millones de niños que integran la población infantil del enclave, según cifras del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.
Los niños que sobreviven a los bombardeos "se han visto obligados a huir de la violencia, a menudo repetidamente, sin un lugar seguro al que ir, y se enfrentan al terror de un futuro incierto", señala Save the Children, organización internacional que se ocupa de la protección de la infancia en el mundo, especialmente en zonas de conflicto.
"Unos 1.000 niños y niñas de Gaza han perdido una o ambas piernas, a muchos se las han amputado sin anestesia, y necesitarán atención médica de por vida", indican.
Otros corren el riesgo de morir de hambre y enfermedades, ya que la hambruna está cada vez más cerca, además del daño mental infligido en los niños supervivientes, que viven subsisten entre la devastación total de las infraestructuras, incluidos hogares, escuelas y hospitales, lo que ha diezmado su futuro, señala la ONG.
"Por cada día sin un alto el fuego definitivo, han muerto una media de 100 niños y niñas. No puede haber justificación alguna para asesinar niños. La situación en Gaza es monstruosa y una lacra para nuestra humanidad común", lamentó Jason Lee, director de Save the Children en los Territorios Palestinos Ocupados.
"Durante casi 100 días, los niños y niñas han estado pagando el precio de un conflicto en el que no tienen nada que ver. Están aterrorizados, heridos, mutilados, desplazados", agregó.
Save the Children criticó el fracaso de la comunidad internacional para frenar el conflicto, que se ha cebado con la población infantil del enclave, que ha enfrentado a graves violaciones todos los días, mientras que las condiciones para proporcionarles la ayuda humanitaria que necesitan simplemente no existen".
Por ello, la organización instó a un alto el fuego definitivo "para salvar y proteger las vidas de los niños y niñas de Gaza" y ha pedido al gobierno de Israel que permita el flujo de ayuda sin restricciones y la reanudación de la entrada de productos comerciales en Gaza para evitar que la infancia muera de hambre y enfermedades.
Save the Children ya denunció en noviembre, cuando la cifra de niños muertos rondaba los 4.000, que se trataba del número más alto que el conjunto de menores fallecidos en todos los conflictos del mundo anualmente desde 2019.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se refirió a la Franja de Gaza como un “cementerio de niños” por el número sin precedentes de menores muertos en la actual guerra en el enclave entre Israel y Hamás.