En una rueda de prensa en La Haya, al término de la audiencia celebrada hoy ante la CIJ, el ministro sudafricano de Justicia, Ronald Lamola, advirtió de que Sudáfrica “condenó de forma inequívoca” el ataque de Hamas el 7 de octubre, que se cobró la vida de 1.200 personas, y al que siguió la actual ofensiva israelí contra Gaza.
“Sudáfrica ha reiterado aquí en la Corte que esas atrocidades (de Hamas) no justifican ninguna forma de genocidio. Lamentablemente, el mundo no ha logrado detener el genocidio que se está desarrollando ahora en Gaza. La comunidad internacional ha permanecido en gran medida pasiva en respuesta a estas atrocidades”, añadió.
En respuesta a la acusación de Israel, que calificó a Sudáfrica como el “brazo jurídico” de Hamás, el ministro aseguró que “esta afirmación no tiene fundamento alguno”.
“No hemos presentado ningún caso en nombre de Hamás. No tenemos ningún mandato de Hamás, sino del Gobierno sudafricano. Nuestro caso tampoco es contra el pueblo judío. Es contra las acciones del Estado de Israel. Las acciones de genocidio que se cometen en Gaza”, explicó.
El ministro señaló que “el mundo está viendo el horror” con civiles de Gaza “masacrados, enterrados vivos bajo los escombros de sus propios hogares, abandonados a morir dolorosamente en hospitales sin recursos” y recordó que la Franja ha perdido más de 23.000 vidas debido a “condiciones de vida calculadas para provocar la destrucción total o parcial” de los palestinos de Gaza.
Reiteró su petición a la CIJ de “prevenir el genocidio en curso” y le instó a emitir medidas cautelares que incluyan “una suspensión inmediata de las operaciones militares israelíes en y contra Gaza”, que comenzaron tras el ataque de Hamás, y han causado ya el desplazamiento forzado de 1,9 millones de civiles, en un territorio habitado por 2,3 millones.
“El compromiso con la justicia y el fin de las atrocidades humanitarias en Palestina resuenan profundamente en la conciencia colectiva de la comunidad global. La escala de estas acciones recuerda al genocidio de Ruanda hace 30 años”, dijo Lamola.
El ministro recordó el remordimiento mundial “por no haber podido evitar que sucediera” el intento de exterminio de la población tutsi de Ruanda de 1994. “No lamentemos lo mismo cuando se trata de Palestina”, alertó.
Además, aseguró que “sin la intervención” de la CIJ, máximo tribunal de Naciones Unidas, “veremos la destrucción total del pueblo palestino en Gaza” y señaló “las escenas horribles de la ciudad de Gaza siendo transformada en un cementerio masivo”.
“Los soldados y las autoridades (israelíes) saben que, si continúan, algún día serán citados por la Corte Penal Internacional (CPI) de forma individual para rendir cuentas. El mensaje es claro: deben poner fin a los actos de genocidio”, previno el ministro.
A diferencia de la CIJ, que solo resuelve disputas entre Estados, la CPI juzga individuos por crímenes específicos.