“Elogiamos a Sudáfrica por llevar este caso ante la CIJ en un momento en que los derechos de los palestinos de Gaza están siendo violados con impunidad”, aseguraron los expertos en un comunicado, entre ellos la relatora especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Palestina, Francesca Albanese.
Sudáfrica, que presentó el caso ante el CIJ el pasado mes de diciembre, alegó infracciones de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948, documento ratificado por el Gobierno israelí.
La demanda de Sudáfrica también pedía medidas provisionales que ordenen a Israel suspender "inmediatamente" sus operaciones militares en Gaza y contra Gaza, así como proteger a los residentes de actos de genocidio.
En este sentido, los expertos recordaron que cualquier decisión que adopte el tribunal sobre medidas provisionales debe ser "respetada y aplicada por las partes en litigio", tal y como exige el Estatuto de la CIJ.
También acogieron con satisfacción las declaraciones de apoyo de varios países a la acción de Sudáfrica de presentar el caso ante la Corte, como es el caso de Colombia, Bolivia, Venezuela o Brasil.
"El caso de Sudáfrica tiene implicaciones más amplias para todos los Estados (...), ya que todos están obligados tanto a abstenerse de cometer genocidio como a prevenirlo y castigarlo dondequiera que ocurra", afirmaron los expertos.
En 2019, Gambia presentó ante el CIJ un caso similar contra Birmania (Myanmar) en virtud de la Convención sobre el Genocidio, pidiendo el cese de las atrocidades contra el pueblo rohinyá y pidiendo medidas provisionales para su fin.
Entre los firmantes del comunicado también figuran nombres como el de la relatora de la ONU sobre la independencia de los magistrados y abogados, Margaret Satterthwaite; o su homóloga sobre la trata de personas, especialmente mujeres y niños, Siobhán Mullally.
También firman el relator sobre las formas contemporáneas de la esclavitud, Tomoya Obokata; y su homólogo sobre la promoción y la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo, Ben Saul.