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En comunicación con ABC Cardinal este miércoles, el periodista Jhony Crespo, del diario ecuatoriano Correo, hizo un balance de la situación en la ciudad de Guayaquil y a nivel nacional en Ecuador luego de los hechos de violencia vinculada al crimen organizado registrados el martes, que resultaron enfrentamientos en las calles, tomas de rehenes y al menos diez muertes.
Ecuador se encuentra sumido en lo que el presidente de ese país, Daniel Noboa, describió como un “conflicto armado interno” luego de que ayer se produjeran motines en seis cárceles de Ecuador y un grupo de personas armadas ocuparan el canal público de televisión TC de Guayaquil, además de otros hechos de violencia en varias ciudades, incluida la capital, Quito.
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Los hechos violentos de ayer llegaron un día después de que el presidente Noboa declarara estado de excepción y toque de queda a nivel nacional tras la desaparición de Adolfo “Fito” Macías, líder de la organización criminal Los Choneros, quien se hallaba bajo reclusión y a quien las autoridades ecuatorianas planeaban trasladar a una prisión de máxima seguridad.
Día de violencia
Los motines en las cárceles y los demás hechos de violencia registrados ayer son una reacción de los grupos criminales ante la intención del Gobierno de trasladar a sus líderes, señaló Crespo.
Uno de los principales eventos del martes en Guayaquil fue la toma de la sede del canal televisivo público TC por parte de un grupo de 13 personas fuertemente armadas, momento que fue transmitido en vivo.
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Los asaltantes tomaron de rehenes a empleados del canal, pero eventualmente fueron detenidos por la Policía sin que se registren víctimas fatales entre los criminales o los rehenes.
Sin embargo, la violencia se extendió también a las calles de Guayaquil y otras ciudades de Ecuador, con atentados contra sedes policiales y hasta hospitales, secuestros de policías y enfrentamientos en varias zonas.
Ciudades “fantasma”
Crespo comentó que alrededor de las 13:00 del martes, cuando comenzaban a registrarse hechos de violencia en varios puntos, los comercios comenzaron a cerrar sus puertas, el transporte público se paralizó y las instituciones educativas cancelaron sus clases presenciales del resto del día.
“Fue un caos a nivel del país, hubo nerviosismo”, dijo y calificó el ambiente en varias ciudades como el de “pueblos fantasma” luego de los incidentes.
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Agregó que periodistas de varios medios, incluido el suyo, se atrincheraron en sus lugares de trabajo ante amenazas de que habría atentados contra medios de comunicación.
El periodista señaló que las autoridades de Ecuador sospechan de vínculos directos entre los grandes grupos criminales del país con “organizaciones políticas”, aunque hasta el momento la Fiscalía General ecuatoriana no ha identificado a los actores políticos sospechosos.