En un comunicado, RSF destacó que a la mayor parte de esos 31 encarcelados (29 capturados en Cisjordania, uno en Gaza y otro en Jerusalén este) no se les ha notificado ninguna acusación, no pueden recibir visitas y que los centros en que están detenidos se mantienen mayoritariamente en secreto.
Se quejó de que, desde el comienzo de la guerra, Israel está utilizando los procedimientos de "detenciones administrativas" que permiten que no se les comuniquen los cargos que pesan contra ellos durante los seis primeros meses de encarcelamiento, un plazo que además puede prolongarse con una simple orden judicial.
Al menos a 19 periodistas se les están aplicando esos procedimientos. A otros 10 se les acusa de "incitación a la violencia", reproches "falaces", siempre según RSF.
Su responsable para Oriente Medio, Jonathan Dagher, insistió en que tienen que cesar "esas intimidaciones, ese terror, esas tentativas incesantes de reducir al silencio el periodismo palestina con detenciones arbitrarias, con balas o con bombas".
Dagher reclamó la "liberación inmediata de todos los periodistas detenidos y la protección urgente de todos los periodistas palestinos".
La organización de defensa de los profesionales de la información se refirió particularmente al caso de Diaa al Kahlout, corresponsal del sitio de información Al Araby Al Jadeed, liberado este martes tras más de un mes de detención, durante el que asegura que ha sido objeto de torturas.
Durante ese tiempo, las autoridades israelíes no habían dado noticias sobre él desde su captura en Gaza.
Según la contabilidad de RSF, al menos 80 periodistas han muerto como consecuencia de las operaciones israelíes en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre y 18 de ellos en el ejercicio de sus funciones.