De esos desplazados internos, 275.000 un 46 % del total, huyen por segunda vez desde el inicio del conflicto en busca de refugio, según el comunicado, que cita a otras agencias de Naciones Unidas.
La región de Al Yazira se convirtió durante el último año en un refugio para miles de personas que huían de la violencia en la capital, Jartum, y se calcula que 5,9 millones de personas viven actualmente en el estado, 700.000 de ellas en Wad Madani, la ciudad más poblada del territorio.
Wad Madani acoge a 86.400 de los desplazados.
Lea más: Paramilitares y fuerzas civiles de Sudán acuerdan hoja de ruta para poner fin a la guerra
La OCHA también alertó que más de 270.000 personas necesitan asistencia humanitaria en la región de Al Yazira y que 179.000 sufren inseguridad alimentaria en la ciudad, ya que las carreteras hacia las aldeas ubicadas al este del estado han sido cortadas y los comerciantes utilizan caminos alternativos para llevar suministros.
Esto ha creado una escasez de productos alimenticios básicos y, según la OCHA, los precios se han triplicado, mientras que el combustible se ha cuadruplicado.
Más de 500.000 personas huyen y 730.000 fueron atendidas en Al Yazira
En lo que va de año, las organizaciones humanitarias han atendido a 730.000 personas en Al Yazira con asistencia alimentaria, sanitaria y otras intervenciones.
El conflicto armado en Sudán estalló a mediados del pasado mes de abril por las tensiones sobre la reforma del Ejército y la integración de los paramilitares en las fuerzas regulares, en medio de un proceso político para encauzar de nuevo al país en la senda democrática tras el golpe de Estado de 2021.
La guerra ha dejado ya alrededor de 12.000 muertos, más de 7 millones de refugiados y desplazados, además de ser una catástrofe humanitaria en el país.