Blinken visita Israel para calmar tensión regional mientras crece la violencia con Hizbulá

Jerusalén, 9 ene (EFE).- El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se reunió hoy con las principales autoridades de Israel como parte de su gira regional para evitar una mayor propagación de la violencia, mientras las fuerzas israelíes mataron a un comandante de Hizbulá en el Líbano por segundo día consecutivo.

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Las tropas israelíes siguieron hoy, por 95º día, la ofensiva en Gaza, cada vez más centrada en el área central y sur, mientras el Ejército va entrando en una nueva fase del conflicto, y atacaron, a su vez, con fuerza en territorio libanés en una jornada de intenso fuego cruzado con Hizbulá, que se saldó con la muerte del jefe de su unidad aérea.

Fuerzas israelíes "eliminaron" este martes "al comandante de la unidad aérea de la región sur de Líbano", dijo el Ejército israelí, en un ataque aéreo contra un vehículo mientras se celebraba el funeral de otro miliciano de alto rango del grupo chií que Israel mató ayer.

Lo identificó como Ali Hussein Barji, y lo acusó de "dirigir docenas de actividades terroristas contra Israel" con drones explosivos y de vigilancia, así como de un ataque hoy a un cuartel general del Ejército en el norte de Israel.

La muerte de este alto cargo de Hizbulá sucede después de que ayer mismo se matara, en otro ataque por aire, a Wissam Hassan Taweel, alto mando de las fuerzas especiales de élite Radwan, el cual también falleció cuando el vehículo en el que viajaba fue atacado.

Taweel fue la baja más importante del grupo desde el inicio de las hostilidades con Israel, el 8 de octubre, en una dinámica de tensión creciente con el Líbano, que se disparó el martes de la semana pasada, cuando un bombardeo en Beirut atribuido a Israel mató al 'número dos' de los islamistas palestinos de Hamás, Saleh Al Arouri.

Desde entonces, aumentaron los temores por el estallido de una guerra de envergadura entre Israel e Hizbulá, este último aliado de Hamás e Irán. Tras ello, países y poderes occidentales como Estados Unidos y la Unión Europea han intentado apaciguar tensiones para evitar la propagación de un conflicto a mayor escala en Oriente Medio.

EE.UU contra el reasentamiento de palestinos fuera de Gaza

En este contexto se produjo la visita de Blinken hoy en Israel, la quinta al país desde que estalló el conflicto de Gaza, hace más de tres meses, que se ha saldado ya con la muerte de más de 23.200 palestinos, según autoridades de la Franja de Gaza, en una ofensiva que el Ejército israelí prevé continuar durante 2024, mientras intensifica operaciones en el sur.

Blinken, que se reunió hoy con las principales autoridades de Israel, entre ellas el primer ministro, Benjamín Netanyahu, reiteró el respaldo de EEUU al derecho de Israel a defenderse, y remarcó que el Estado judío debe seguir con su cometido de erradicar el poder de Hamás de la Franja, tras el ataque del grupo islamista del pasado 7 de octubre, que causó unos 1.200 muertos en suelo israelí.

El máximo representante de la diplomacia estadounidense remarcó que los casi dos millones de palestinos que se han visto desplazados internamente en Gaza deben poder volver a su casa, especialmente en el norte del enclave, la zona más destruida tras casi 100 días de guerra, y donde Israel dice que desmanteló la estructura de Hamás.

Por otro lado, Blinken recalcó que dejó claro a Netanyahu que Estados Unidos "rechaza de forma inequívoca cualquier propuesta que abogue por el reasentamiento de palestinos fuera de Gaza".

También aseguró que, durante esta gira, en la que antes de llegar a Israel estuvo en Catar, Emiratos Árabes Unidos o Arabia Saudí, encontró disponibilidad en la región para ayudar a la reconstrucción de la Franja una vez acabada la guerra, un período en el que insistió en que se deberá encontrar la vía para fomentar la solución de dos Estados y la creación de uno palestino.

También dijo que espera que "esta guerra termine lo antes posible", y lamentó que "ha habido demasiadas pérdidas humanas". Sin embargo, recalcó que "es vital que Israel logre sus objetivos muy legítimos de garantizar que el 7 de octubre (día del ataque de Hamás) nunca vuelva a suceder".

Ante las preocupaciones por la extensión regional del conflicto, Blinken aseveró que "la escalada (bélica) no beneficia a nadie".

"Nadie quiere que se abran más frentes en este conflicto", y "los países de la región están utilizando su influencia para garantizar que esto no suceda", concluyó.

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