Ondeando banderas israelíes y pancartas que decían “estamos gobernados por idiotas”, los israelíes manifestaron también en la ciudad de Haifa y frente a la casa del primer ministro, Benjamín Netanyahu, en la ciudad costera de Cesarea, donde hubo enfrentamientos leves con la policía, informaron los organizadores de la protesta.
Se trata de la primera manifestación antigobierno importante desde que estalló la guerra entre Israel y Hamás el 7 de octubre.
Hasta ese entonces, la sociedad israelí se encontraba profundamente dividida por una polémica reforma judicial que impulsa el Gobierno de Netanyahu, el más derechista de la historia de Israel, y cada semana las calles de Tel Aviv y otras ciudades se inundaban con protestas antigobierno.
Sin embargo, a raíz de la escalada con el grupo islamista la sociedad civil acordó mostrar unidad, y las manifestaciones antigobierno se habían suspendido hasta hace unas semanas, cuando se retomaron pero con escasa participación.
Los asistentes de este sábado consideran que el actual Gobierno es el culpable del ataque que perpetró Hamás el 7 de octubre, que dejó unos 1.200 muertos y 250 secuestrados, y piden que Netanyahu renuncie y se celebren nuevas elecciones.
También reprochan al primer ministro su negativa a acordar un nuevo cese el fuego que permita la liberación de los rehenes.
Se estima que 132 personas, entre ellas dos menores de 5 años, siguen estando secuestradas por Hamás en Gaza, de las cuales 25 han muerto. De todos ellos, 121 son israelíes y 11 extranjeros (ocho de Tailandia y el resto de Nepal, Tanzania, y un franco-mexicano).
Por otro lado, 110 rehenes han sido liberados con vida, 86 israelíes y 24 extranjeros. La mayoría de ellos recobró su libertad a finales de noviembre, durante una tregua de una semana que permitió su intercambio por 240 palestinos presos en cárceles israelíes.
Además, el Ejército israelí ha recuperado los cadáveres de otros once rehenes, entre ellos tres que fueron asesinados por error por soldados israelíes.