Las imágenes de la visita a la fábrica, que se cree que es la que se encuentra en Pyongsong (a las afueras de la capital norcoreana), muestran una docena de TEL (erectores-lanzadores móviles) destinados a los misiles Hwasong-17, el de mayor rango potencial del régimen, y Hwasong-18, también de largo alcance pero considerado más eficiente al usar combustible sólido.
Se considera que Pionyang tiene capacidad para alcanzar todo el globo, salvo el sur de Sudamérica, con ambos proyectiles.
A Kim lo acompañaron en la visita el director del Departamento Industrial de Munición, Jo Chun-ryong, y Jo Yong-won, miembro del Presidium del Politburó, además de su hermana, Kim Yo-jong, y el superior de ésta al frente del Departamento de Propaganda, Ri Il-hwan, según la agencia estatal KCNA.
También estuvo presente la hija de Kim (que se cree que tiene 11 años y podría llamarse Ju-ae), a la que Seúl ve como una posible candidata a la sucesión en Pionyang.
KCNA, que no precisó la fecha de la visita, aseguró que ésta "es acorde a los planteamientos del plenario del Comité Central del Partido de diciembre de 2023".
Al término de ese plenario, el pasado 30 de diciembre, Kim aseguró que la reconciliación y reunificación de las dos Coreas es ya imposible y aseguró que Pionyang seguiría impulsando su programa de modernización armamentística aprobado en 2021.
Durante la visita Kim fue puesto al tanto de los detalles sobre la producción de TEL y el líder destacó la necesidad de fabricar más para misiles de corto y largo alcance, por lo que estableció planes a largo a corto y largo plazo para incrementar las manufacturas de la planta, según KCNA.
La visita de Kim se publicita el mismo día en que el Sur ordenó evacuar dos islas fronterizas debido a que el Norte disparó cientos de rondas de artillería en torno a las mismas en el mar Amarillo.
A su vez, la Casa Blanca aseguró el jueves que Rusia ha empleado misiles de corto alcance suministrados por Corea del Norte en la guerra de Ucrania.
Tras el fracaso de las negociaciones sobre desnuclearización con Washington en 2019, Pionyang aprobó su plan de modernización militar y, además de rechazar el reinicio del diálogo, ha buscado un mayor acercamiento con Pekín y Moscú, a quien ha transferido armamento.
Mientras, Seúl y Washington han reforzado la cooperación militar con Tokio y fortalecido su mecanismo de disuasión multiplicando sus maniobras conjuntas y desplegando cada vez con más frecuencia activos estratégicos estadounidenses en la península.