En una tribuna publicada en el rotativo Le Monde, Macron asegura que la reducción de las emisiones de dióxido de carbono y la lucha contra la pobreza y la desigualdad en el mundo no deben detenerse frente a los conflictos como el de Ucrania o Gaza.
"Tenemos que acelerar al tiempo en el plano de la transición ecológica y de la lucha contra la pobreza, porque ningún país aceptará colocar a su población frente a la parálisis social y económica para proteger el planeta", asegura el presidente galo.
Abandonar los combustibles fósiles y ayudar a los países en vías de desarrollo a afrontar este desafío deben ser la prioridad para el presidente francés, que apuesta por ayudarles a financiar energías renovables y la nuclear.
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Los países más desarrollados, pero también China, deben dar ejemplo, señala Macron, abandonando el carbón en 2030, el petróleo en 2045 y el gas cinco años más tarde.
El papel de los emergentes en la salida del carbón es clave para el presidente francés, porque son los principales consumidores, pero los más ricos deben contribuir "acelerando la financiación de energías renovables y de la nuclear, que está controlada y no emite CO2".
"Debemos crear las condiciones de un impacto financiero para ayudar a los países más vulnerables a financiar su transición, a acceder a tecnologías verdes", asegura Macron, que pide para ello "una política presupuestaria y monetaria no ortodoxa", siguiendo el ejemplo de la puesta en marcha durante la pandemia de covid-19.
En ese sentido, destacó que se están modificando las reglas de la deuda para suspender los pagos en caso de crisis climática en los países más frágiles, a quienes hay que ayudar a afrontar las consecuencias del cambio climático, como Francia empezará a hacer con Bangladesh el año próximo.
También propuso que los países más ricos contribuyan al mantenimiento de las grandes reservas boscosas mundiales para que los países en los que se encuentran las conserven, al igual que en la protección de los océanos.
Para todo ello, además de asociar al sector privado con una mayor tasación de las inversiones y del comercio no ecológico, Macron apuesta por reformar el sistema financiero surgido de la Segunda Guerra Mundial, que considera "infra-dimensionado frente a la talla de la economía y la población mundial y fragmentado".
El FMI y el BM deben contribuir a financiar la transición ecológica, propone el presidente francés, que considera que los países emergentes y en vías de desarrollo deben entrar en la gobernanza de estas instituciones a cambio de comprometerse en una trayectoria ecológica.