El juez laboral José Ignacio Ramonet rechazó la apertura del proceso solicitado por la central obrera más importante del país argumentando que el DNU, aunque fue sancionado por el mandatario, todavía no ha entrado en vigor, de manera que no se pueden establecer medidas cautelares.
La iniciativa de la CGT, planteada esta misma mañana ante la Corte Suprema, buscaba que la Justicia declarara inconstitucional el DNU para de ese modo detener las reformas laborales incluidas en él, las cuales consideran inconstitucionales.
Una vez que entre en vigor, previsiblemente el viernes, la CGT podrá volver a presentar su recurso de amparo. Ramonet se declaró competente para entender de la causa si la CGT insiste en su pretensión de recurrir el controvertido DNU, que se ha topado con diversos escollos en tres frentes diferentes: político-parlamentario, social y judicial.
En el plano político, Milei y sus correligionarios tendrán que buscar apoyos en la Cámara de Diputados y en el Senado, donde se deberá aprobar la batería de más de 300 reformas que componen el DNU desregulador.
El desacuerdo con las formas del decreto por parte de una facción de la coalición centroderechista Juntos por el Cambio podría poner en riesgo la operación política que parece más sencilla para Milei.
El presidente adelantó el martes en una entrevista en el canal LN+ que llamará a un plebiscito nacional en el caso de que los legisladores no aprueben el DNU.
En las calles, la oposición a las medidas se ha traducido en la convocatoria de varias marchas y movilizaciones multitudinarias, la última de las cuales tuvo lugar este mismo miércoles, con una concentración frente a la Corte Suprema de la Nación -donde la CGT presentó su recurso- y transcurrió sin incidentes.
En el plano judicial, el rechazo del magistrado Ramonet es tan sólo una respuesta a uno de los recursos de amparo presentados. Quedan pendientes más de una decena de amparos presentados por diversas organizaciones sociales y sindicales en diferentes tribunales del país.