En un programa en la radio cocalera Kawsachun Coca, Morales volvió a acusar a los gobernantes de "instruir" a las autoridades locales oficialistas que no asistan o que impidan la realización de eventos organizados por la facción leal al exmandatario porque, según dijo, si lo hacen les amenazan con que "van a perder sus obras" financiadas por el Estado.
"En el fondo, Lucho y David son el primer enemigo del MAS", afirmó el también presidente del partido oficialista, que está distanciado del Gobierno de Arce.
Según el político, cuando un dirigente convoca a una reunión o taller que impartirá Morales y las autoridades piden que "no vayan" a esos eventos, "no sólo es traición, sino es ser enemigos del MAS".
También reiteró su denuncia de que supuestamente el Gobierno de Arce está ejecutando una "campaña brutal" en su contra y un "plan negro" para inculparlo en casos de narcotráfico o legitimación de ganancias ilícitas.
"El plan de la derecha y del Gobierno es cómo proscribir al MAS", reiteró Morales, quien varias veces ha asegurado que la Administración de Arce busca desaparecer al partido gobernante, o quedarse con la sigla para evitar que sea candidato en los comicios generales de 2025.
Hace unos días Arce lamentó que Morales se haya convertido en el "principal opositor" de su Gobierno y manifestó que la principal diferencia que tiene con el exmandatario es el respeto "a las organizaciones sociales" dentro del MAS.
Arce y Morales están distanciados entre las tensiones internas en el oficialismo que comenzaron a finales de 2021 ante las peticiones del exgobernante de cambiar a algunos ministros, algo que el presidente no hizo.
La división se profundizó por el congreso nacional del partido celebrado en octubre pasado en el Trópico de Cochabamba, el bastión político y sindical de Morales en el centro de Bolivia.
En ese encuentro, Morales fue ratificado como presidente del partido y se le nombró "candidato único" para las elecciones de 2025.
Arce y Choquehuanca no asistieron al congreso, al considerar que las organizaciones sociales, base del partido, no estaban debidamente representadas.
A fines de octubre, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) decidió anular el encuentro oficialista por observaciones a la "acreditación de ciertos requisitos ante el presidium" y el incumplimiento de la "militancia" de quienes fueron elegidos en la directiva, entre ellos Morales, y definió que se convoque a un nuevo congreso.
La dirección del oficialismo logró que un juzgado en la localidad de Ivirgarzama, en el Trópico de Cochabamba, dejase sin efecto la decisión del TSE, pero el órgano electoral declaró esta semana improcedente esa determinación y ratificó que el MAS debe efectuar un nuevo congreso.