La vicedirectora del Departamento de Economía de la OCDE, Isabell Koske, recordó que el flujo comercial de Brasil representa apenas el 29 % del PIB, la mitad que la media de Colombia, Chile, Costa Rica y México, países con un nivel de desarrollo similar.
"Eso se explica en parte por tarifas comerciales que se mantienen altas en la comparación internacional", apuntó Koske, durante una rueda de prensa en Brasilia.
Por esa razón, la funcionaria de la OCDE, el grupo que reúne las economías más avanzadas del mundo, aseguró que la conclusión del tratado con la UE y la reducción de las tarifas del Mercosur serían “una manera de aumentar la competitividad y extraer mayores beneficios” del comercio.
La secretaria de Asuntos Económicos Internacionales del Ministerio de Hacienda brasileño, Tatiana Rosito, afirmó que Brasil y sus socios del Mercosur (Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia) han hecho un “gran esfuerzo para reequilibrar y cerrar el acuerdo”.
"Eso camina en una dirección de mayor apertura y refleja preocupaciones como la productividad y la mayor inserción de Brasil en el mundo", dijo Rosito, quien recordó que el bloque suramericano acaba de cerrar un acuerdo comercial con Singapur.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que ejerció como líder pro tempore de Mercosur hasta inicios de diciembre, buscaba firmar el tratado antes de acabar el año, pero la oposición de Francia y las diferencias aún no resueltas en torno a las exigencias medioambientales de la UE pospusieron el acuerdo.
Pese a los contratiempos, tanto la Comisión Europea, encargada de las negociaciones, como el Mercosur mantienen oficialmente su pretensión de cerrar lo antes posible un acuerdo que lleva más de dos décadas en discusión.