Francisco expresó su preocupación por “los hermanos y hermanas de la Belén de hoy” y por “todos los habitantes de la Tierra donde Jesús nació, vivió, murió y resucitó”, es decir, Tierra Santa.
“Sabemos cuál es la situación, a causa de la guerra, consecuencia de un conflicto que dura desde hace décadas”, dijo el pontífice al saludar en el Aula Pablo VI del Vaticano a los figurantes del Belén viviente de la basílica romana de Santa María La Mayor.
Francisco instó a los participantes del Nacimiento a “vivirla en solidaridad con estos hermanos y hermanas que sufren tanto” en aquella zona del mundo marcada por el conflicto.
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“Para ellos se prevé una Navidad del dolor, de luto, sin peregrinos ni celebraciones. No queremos dejarlos solos. Estemos cerca de ellos con la oración, con la ayuda concreta y con vuestro Belén viviente, que recuerda a todos que el sufrimiento de Belén es una herida abierta para Oriente Medio y el mundo entero”, dijo.
El papa lamenta esta “Navidad del dolor” en el octavo centenario del primer Portal de Belén viviente
El papa Francisco, que mañana cumplirá 87 años, destacó que la basílica de Santa María La Mayor, donde ha ordenado que esté su tumba tras su muerte, “tiene un vínculo particular con Belén”, la ciudad cisjordana donde nació Jesús de Nazaret.
El templo romano cuenta entre sus reliquias con la cuna de Cristo según la tradición y tiene también la representación del Portal esculpida por Arnolfo Di Cambio por orden del papa Nicolás IV en el siglo XIII, considerado el primero de la Historia del Arte.
Este año además se cumple el octavo centenario del primer Portal de Belén viviente, inventado en 1223 por san Francisco de Asís en la localidad de Greccio (centro), dando origen a esta tradición navideña.