“No sabemos si esto está confirmado o si está sucediendo, pero quiero señalar que si esto ocurre habrá graves daños a la infraestructura de agua y alcantarillado de Gaza, que de por si es muy frágil”, declaró en una rueda de prensa la coordinadora humanitaria de Naciones Unidas para los territorios palestinos, Lynn Hastings.
En comunicación con la prensa en Ginebra desde Jerusalén Este, Hastings indicó que esto podría causar daños muy graves en el acuífero, que es una fuente vital de agua para la población una vez que pasa por el proceso de desalinización.
También se pondría en peligro el delicado ecosistema de Gaza e incluso se fragilizarían los cimientos de edificios y carreteras debido al aumento de la presión y a la infiltración de agua de mar, lo que podría causar su derrumbe.
“Una vez más, no tenemos confirmación de que esto vaya a ocurrir, pero si es así, se consideraría un problema más con respecto al acceso de la población de Gaza al agua potable”, declaró.
Incluso Estados Unidos, aliado de Israel, ha advertido sobre el impacto que puede tener la estrategia de inundar los túneles, señalando que es posible que haya rehenes israelíes en los mismos y que la vida de todos los civiles importa.