El veredicto, al que se llegó por unanimidad tras tres horas de deliberación después de una batalla legal de tres años, consideró que Epic Games, creador del juego Fortnite, demostró las conductas anticompetitivas de Google para cobrar altas comisiones por descarga y compartir escasos márgenes de beneficio.
La sentencia podría redefinir los derechos que protegerían en un futuro a empresas de software en Play Store, tienda virtual desde la que millones de usuarios de Android instalan aplicaciones en sus teléfonos inteligentes.
Se prevé que sea a principios del año que viene cuando el juez para el Distrito Norte de California, James Donato, decida la fórmula a aplicar para revertir la situación, pero no se descarta que se abra la puerta a que otras tiendas de aplicaciones accedan al sistema gestionado por Google.
Google se embolsa actualmente hasta un 30 % de las compras realizadas a través de aplicaciones previamente descargadas de su tienda 'online', lo que genera un flujo de miles de millones de dólares anualmente en ingresos.
Gary Bornstein, abogado de Epic Games, describió a Google durante el proceso como una corporación que fomenta "el soborno" y bloquea la competencia en Play Store.
Por su parte, a lo largo del juicio con Epic Games, la defensa de Google había refutado la idea de que ocuparan una posición anticompetitiva alegando que se enfrentaban al sistema App Store, el cual solo está disponible en los terminales Apple.
Además, Google defiende esta postura como una necesidad para recuperar su inversión de 40.000 millones de dólares para crear en 2008 la red anteriormente conocida como Android Market.
El consejero delegado de Google, Sundar Pichai, y su homólogo en Epic Games, Tim Sweeney, se reunieron sin éxito a finales de la semana pasada para tratar de llegar a un acuerdo que favoreciese a ambas partes; una estrategia ya utilizada por el gigante tecnológico con otras compañías de videojuegos como Activision Blizzard.
Aunque existen tiendas de aplicaciones preinstaladas en dispositivos Android fabricados por otras marcas, Play Store domina claramente ese mercado y la decisión de este lunes supone un espaldarazo a las hipótesis sobre que Google había incurrido en un fraude legal que incluso socavó esfuerzos innovadores de otras empresas.
El gigante tecnológico se enfrenta a otro juicio antimonopolio en Washington tras la acusaciones del Departamento de Justicia de EE.UU. que apuntan a que Google supuestamente abusó de su hegemonía como motor de búsqueda en internet pagando miles de millones de dólares para alcanzar esta posición de privilegio.