La Asociación Europea de Editores de Periódicos (ENPA, por sus siglas en inglés) y la Asociación Europea de Revistas (EMMA, por sus siglas en inglés) afirmaron en un comunicado conjunto que esperaban “normas más ambiciosas y comprensivas” respecto a la transparencia.
Además, añadieron que solo la claridad en cuanto a las fuentes utilizadas por los sistemas de inteligencia artificial (IA) habría garantizado "información significativa" sobre si se han utilizado medios de comunicación o contenidos creativos y de qué manera.
Las instituciones de la Unión Europea (UE), tras más de 30 horas de negociaciones, llegaron a un acuerdo en los trílogos sobre el contenido de la ley de inteligencia artificial, a fin de restringir el uso de esta tecnología cuando suponga un riesgo para las personas a la vez que se trata de impulsar la industria europea.
La ENPA y la EMMA subrayaron que si bien las tecnologías de inteligencia artificial son muy “prometedoras”, tienen un impacto “significativo” en la forma en la que se genera y consume el contenido editorial, así como “implicaciones clave" para los derechos de propiedad intelectual, lo que genera “preocupación” sobre el material protegido por los derechos de autor.
Ante esto, las asociaciones pidieron dar más importancia al hecho de asegurar “una transparencia y documentación básica” sobre los datos que se introducen en estos sistemas, en especial los de inteligencia artificial generativa, en los que se basan modelos como ChatGPT, de la empresa OpenAI.
“Lamentamos que la UE, en su objetivo de establecer normas globales, no alcance esta salvaguardia tan básica”, afirmaron en el comunicado los editores de prensa que piden a la UE introducir un “requisito de documentación general y completo”.
Los sistemas de inteligencia artificial generativa fueron una de las claves en torno a las que giraron las negociaciones, que inicialmente no estaban incluidos en la ley al no ser tan conocidos, pero que ahora deberán cumplir ciertos criterios de transparencia y derechos de autor.
Por su parte, el presidente de la EMMA, Mike Koedinger, afirmó que “una obligación de transparencia exhaustiva” no supone un “obstáculo para la innovación” ni un “coste desproporcionado al desarrollo de los sistemas”.
“Estamos convencidos de que el desarrollo de una industria europea de IA debe ir de la mano del desarrollo del talento creativo. Es el encuentro de las innovaciones tecnológicas lo que abrirá el potencial de crecimiento”, destacó el presidente de la ENPA, Jean-Pierre de Kerraoul, quien consideró que la transparencia es “solo uno de los requisitos previos necesarios”.
El acuerdo europeo sobre inteligencia artificial, que supone la primera ley en el mundo en regular esta tecnología, deberá ser todavía ratificado por el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE y se espera que entre en vigor en 2026.