La forma de regular este tipo de sistemas, que han estallado en el último año, ha sido uno de los principales puntos de fricción entre las instituciones comunitarias a la hora de pactar la ley de inteligencia artificial de la UE, una de las primeras normas mundiales sobre esta tecnología.
No obstante, quedan aún "muchas cosas" por cerrar, señalaron las mismas fuentes.
El Consejo de la UE, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea empezaron ayer a las 15:00 horas (11:00 hora paraguaya) la reunión para tratar de pactar la normativa y se dieron de margen hasta este jueves a las 8:00 horas (4:00 en Paraguay) para cerrar el acuerdo.
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Sin embargo, esta mañana han decidido continuar las negociaciones durante más tiempo.
El otro gran punto de fricción en las negociaciones son las excepciones en la normativa para permitir la vigilancia biométrica en tiempo real en espacios públicos.
Los gobiernos europeos quieren que se pueda utilizar para evitar delitos como el terrorismo, el abuso sexual o la protección de infraestructuras críticas, siempre con previa autorización judicial.
La Eurocámara, en cambio, se opone a su uso porque considera que la vigilancia biométrica viola los derechos fundamentales, aunque el ponente de la norma en el Parlamento Europeo, el socialdemócrata Brando Benifei, se abrió ayer a permitirla si existen fuertes garantías para proteger los derechos.