Se trata de uno de los tres proyectos piloto de teleducación que la empresa internacional Hispasat entregó al Gobierno dominicano para impulsar la educación en zonas remotas a través de conectividad satelital, una iniciativa desarrollada con la colaboración del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel).
Comunidades pobres
"Elegimos tres comunidades pobres del país, una comunidad en la provincia Independencia, otra en Bahoruco y una aquí en San Pedro de Macorís por ser lugares carenciados donde viven niños muy marginados y donde las familias no tienen la capacidad económica para acceder a esta tecnología”, le aseguró a EFE el presidente del consejo directivo de Indotel, Nelson Arroyo.
Para los alumnos, 300 en total, supone vincular diversión y aprendizaje, pero los escolares no son los únicos beneficiados por la iniciativa, ya que Hispasat habilitará un servicio de conectividad WiFi para la comunidad, independiente de los instalados en las escuelas, lo que permitirá a sus habitantes acercarse al desarrollo.
Las aulas digitales incluyen equipos portátiles para los profesores, un gabinete para la custodia y carga de los dispositivos, una SmartTV, software de gestión educativa, tabletas para el alumnado y un curso de habilidades digitales para los docentes.
Ver el mundo en una tablet
Hispasat tiene en marcha otros proyectos de soluciones de teleducación en Panamá, Ecuador y Colombia y otro que ya terminó en Honduras, siempre en comunidades "muy remotas, muy perdidas, con unas situaciones socioeconómicas muy desfavorables", como explicó su director de Desarrollo de Negocio para el Sector Público en América Latina, Alejandro Jordán.
"Cuando llegamos con estas soluciones, al principio hay sorpresa, luego hay incertidumbre y, según van pasando las semanas, lo que se ve en los ojos de los niños, es emoción, abren los ojos como si estuvieran viendo el mundo por esa tablet".
El evento de este martes en la escuela Los Montones, que incluyó una videoconferencia con el CEO de Hispasat, Miguel Angel Panduro, discursos y baile, es la culminación de un arduo proceso previo que comienza con la socialización del proyecto con los maestros, los padres y tutores de los niños, así como con autoridades locales.
Dinamización
Después, "formamos a los profesores en habilidades digitales y les enseñamos, en función del nivel que puedan tener, que a veces es cero, las cuestiones más básicas de cómo navegar por internet, de cómo gestionar un portátil y qué pueden hacer con esa tecnología que está a su disposición", apuntó Jordán.
Pero "la parte más importante es la de dinamización", para evitar el uso inadecuado de esos recursos en aplicaciones y redes sociales que nada tienen que ver con el aprendizaje.
Para ello, la donación de Hispasat incluye un programa para el empleo oportuno de la tecnología que consiste en que, primero en territorio y luego de manera remota, acompañan a los profesores para que utilicen las herramientas y los contenidos del aula digital que facilita el Ministerio de Educación, de modo que el uso de internet esté muy encaminado a esos contenidos educativos.
Un complemento a la educación tradicional
Según Jordán, estas nuevas tecnologías o la conectividad que aportan a la solución de teleducación debe ser “un complemento a la educación tradicional" y a la rutina que reciben en estos entornos rurales y de difícil acceso.
Les sirve para conectarse con el resto del mundo de manera ágil, rápida y les ayuda a mejorar su calidad de vida, que va a seguir siendo rural.
Hispasat, con quien EFE mantiene un acuerdo para la difusión de contenidos, es motor de la innovación en el sector aeroespacial español, está comprometida con el objetivo de ayudar a los ciudadanos a superar la brecha digital e impulsar un desarrollo sostenible de la sociedad.
Es el principal puente de comunicaciones entre Europa y América como proveedor de servicios de banda ancha y de conectividad a través de sus empresas en España y Latinoamérica.