“Nuestro objetivo es establecer el marco para la cooperación internacional y establecer un punto de referencia sólido para los mercados de créditos de carbono. Necesitamos diplomacia para incorporar a más países”, dijo Von der Leyen en su discurso en un evento conjunto con el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio en la cumbre del clima de la ONU COP28 en Dubái.
La jefa del Ejecutivo comunitario indicó que la comunidad internacional necesita "apertura, reconocer que diferentes países pueden establecer diferentes tipos de mercados de carbono".
En todo el mundo, dijo, ya existen 73 instrumentos de fijación de precios del carbono, pero cubren sólo el 23% de las emisiones globales y esta proporción debe aumentar, remarcó.
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Lograrlo, añadió, permitirá una reducción más rápida de las emisiones y creará igualdad de condiciones para el comercio internacional, al mismo tiempo que generará más ingresos para la acción climática global, incluso en el mundo en desarrollo.
"¡Trabajemos para poner precio a todas las emisiones de C02 en el mundo!", exclamó la política alemana.
Pero, en su opinión, hay que hacerlo con "coherencia" para estar seguros de que todos los esfuerzos contribuyan a la lucha contra el cambio climático.
"Ningún país puede hacerlo solo, ninguna institución puede hacerlo sola. Hoy estamos uniendo fuerzas y aportando toda la experiencia a la mesa para darle al precio del carbono y a los mercados de carbono el impulso que merecen", afirmó Von der Leyen.
Para la presidenta de la Comisión Europea otro elemento importante es que los mercados de carbono deben ser "ambiciosos".
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Y, en este sentido, puso el ejemplo de la Unión Europea, donde desde que se introdujo el precio del carbono las emisiones "se redujeron casi un 40% mientras la economía seguía creciendo" y se han recaudado "más de 175 mil millones de euros en ingresos", que se destinarán "exclusivamente a la acción climática, incluso en los países en desarrollo".
Capital privado para créditos de carbono y de naturaleza
Para Von der Leyen otra pieza clave para el desarrollo de este mecanismo es que "el capital privado fluya hacia estos créditos de carbono". Pero los inversores, dijo, también necesitan tener la certeza de que se trata de proyectos eficaces, por lo que abogó por "normas comunes" para proyectos que reduzcan las emisiones.
También, en su opinión, "necesitamos que el dinero privado fluya hacia proyectos que mejoren la biodiversidad. Zambia y Kenia, por ejemplo, tienen vastos bosques. Sus esfuerzos por preservarlos deberían ser recompensados".
"En este caso los créditos, llamémoslos créditos de naturaleza, pueden desempeñar un papel", apuntó.
Y es que, recalcó Von der Leyen, "la fijación del precio del carbono empuja al sector privado hacia la innovación, hace que los grandes contaminadores paguen un precio justo y los ingresos pueden reinvertirse en la lucha contra el cambio climático, en innovación y en una transición justa".
"Esta no es sólo una de las herramientas más poderosas que tenemos en nuestras manos. También es uno de los más probados y confiables", aseguró.
Para Von der Leyen, el mensaje que hay que lanzar desde la COP28 es "claro": "¿estás contaminando? Debes pagar un precio. ¿Quieres evitar el pago? Bueno, (tienes que) Innovar y descarbonizar".
Esa, dijo, es la única manera de reducir las emisiones globales para mantener el calentamiento global por debajo del punto de inflexión de 1,5 grados.