"Las crecientes tensiones en el Mar de China Meridional exigen que nos asociemos con nuestros aliados y nuestros amigos de todo el mundo, para que podamos llegar a algún tipo de resolución y mantener la paz", declaró Marcos en Hawái (EE.UU.), a donde llegó tras su asistencia en la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) celebrada en San Francisco.
"Las tensiones están creciendo con persistentes amenazas ilegales y desafíos contra los derechos soberanos de Filipinas y la jurisdicción sobre nuestra zona económica exclusiva y la plataforma continental. Estas acciones violan las obligaciones en virtud del derecho internacional", agregó Marcos.
China y Filipinas mantienen un conflicto por la soberanía de varias islas y atolones en el mar de China Meridional, que Pekín reclama casi en su totalidad por "razones históricas", si bien la Corte de Arbitraje Permanente de La Haya en 2016 dio la razón a Manila en un laudo.
Desde su llegada al poder el junio del año pasado, Marcos Jr. trató de reforzar de inmediato la alianza con EE.UU., su socio tradicional en la región, después de un sexenio de enfriamiento de las relaciones con el expresidente filipino Rodrigo Duterte, que se acercó a China en detrimento de Washington.
El jefe de Estado filipino afirmó, asimismo, que Filipinas se había puesto en contacto con otras naciones del sudeste asiático con las que mantiene disputas territoriales, como Vietnam y Malasia, "para elaborar nuestro propio código de conducta".
En los últimos años, Filipinas y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) han intentado negociar con China la creación de un marco para establecer un código de conducta marítimo, un plan anunciado desde 2002 que no ha mostrado grandes avances.
El discurso de Marcos, quien sostuvo que Filipinas "no cederá ni un centímetro cuadrado de nuestro territorio a ninguna potencia extranjera", llegó un día después de su reunión en los márgenes de la APEC con el presidente de China, Xi Jinping, para buscar vías que reduzcan la tensión por los territorios que se disputan en el mar de China Meridional.
En los últimos meses, los incidentes entre embarcaciones chinas y filipinas alrededor de los islotes en disputa - en su mayoría a menos de 200 millas el litoral occidental filipino - han aumentado en frecuencia e intensidad, mientas EE.UU, Canadá, Japón o Australia han anunciado su deseo de patrullar junto a los guardacostas filipinos estas aguas en disputa.