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El fatal desenlace con la muerte de la estudiante de psicología Ana Clara Benevides (23) fue el viernes último. Al principio del concierto, la fan se sintió mal, se desmayó, intentaron reanimarla durante 40 minutos, pero no fue suficiente porque falleció por un paro cardiaco. La cantidad de fans era de más de 60.000 personas en el estadio olímpico Nilton Santos de Río de Janeiro.
Durante el concierto de Swift, que duró tres horas y media, cientos de personas tuvieron que ser atendidas por deshidratación y desmayos. En esta zona del Brasil, la sensación térmica alcanzó los 58º, según reportó el diario El País.
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“No puedo creer que esté escribiendo estas palabras, pero con el corazón partido digo que perdimos una fan esta noche”. La estadounidense confesó estar “devastada”, señaló en su publicación el medio español.
El decreto de Lula para que el público se hidrate
Un día después de la muerte, el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula Da Silva tomó cartas en el asunto y emitió un decreto especial relacionado con este tipo de actividades y las altas temperaturas.
Se dispone que organizadores tienen que permitir al público el ingreso de botellas personales. Además que se habiliten puntos o islas de hidratación. Estos sitios deben ofrecer agua potable gratis y de fácil acceso a todos.
Durante el concierto hubo algunas restricciones, como el de ingresar con botellas de agua dentro del estadio. Las personas que estaba en las gradas tenían relativa facilidad para comprar agua, a pesar de los altos precios, pero los vendedores apenas podían circular en la pista por las aglomeraciones, menciona el diario internacional.
Finalmente, Swift canceló su segundo show por la ola de calor. Dijo en sus redes que la “seguridad y bienestar de mis fans, de los artistas en el escenario y de mi equipo, tienen que estar, y siempre estarán, en primer lugar”.