En la guerra entre Israel y Gaza, ni en los hospitales están los civiles seguros. Eso pese a que las convenciones internacionales dictan que los hospitales y los centros de salud no pueden ser atacados, protección que se extiende a los enfermos y a los médicos. Aunque pierde su inmunidad si son utilizados militarmente.
El hospital Al Shifa de Gaza comenzó a enterrar hoy a unos 170 cadáveres en una fosa común cavada en el mismo recinto médico, mientras el Ministerio de Sanidad de Gaza denunciaba el cerco israelí que ha hecho que se perdiera casi toda comunicación con los que siguen en su interior.
Y del otro lado, según el ejército israelí, el grupo islamista Hamás utilizó el hospital infantil Rantisi, ubicado en el norte de la Franja de Gaza, para esconder a milicianos que perpetraron la masacre del 7 de octubre en Israel y para retener a algunos de los rehenes que fueron secuestrados en ese ataque.
El impacto de la guerra entre Israel y Hamás, está provocando que gran parte de los hospitales del norte de la Franja de Gaza, donde estaba la parte más densa de la infraestructura sanitaria de este enclave, hayan dejado de funcionar.
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¿Qué dice la norma?
De acuerdo al Derecho Internacional Humanitario (IHL, en sus siglas en inglés) creado en 1864, los centros de salud y hospitales no pueden ser atacados durante conflictos bélicos. Una protección que se extiende a enfermos y heridos así como al personal médico y de transporte.
Un derecho consagrado en los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 y en los Dos Protocolos Adicionales de 1977. Así imismo la protección de los servicios médicos en zonas de combate es parte de las Reglas Internacionales Humanitarias Consuetudinarias y queda reflejado en el derecho interno y los códigos militares de todos los países en el mundo.
A quién protege el derecho humanitario durante un conflicto bélico
Bajo el Derecho Internacional Humanitario, cuando una persona está herida queda protegida más allá de que haya participado o no en las hostilidades entre los bandos. Desde el momento que un combatiente sufre heridas deja de tener esa consideración y adquiere el derecho a recibir atención médica en el plazo mínimo posible.
Además el personal médico tiene la obligación de atender a los heridos sin discriminación en función de su condición de combatiente enemigo o su origen étnico político y religioso. Según el derecho humanitario la única prioridad para atender a los heridos o enfermos será la urgencia en ser atendidos.
El DIH es el conjunto de normas para limitar los efectos de los conflictos armados, por fines humanitarios.
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Protección del personal sanitario
El derecho internacional protege al personal médico como forma de garantizar que su labor no se vea interferida por la acción militar y pueda actuar con total independencia y autonomía con la única ley de la ética profesional.
La excepción a la ley humanitaria
La ley general de no atacar centros médicos y hospitales tiene una excepción cuando son usados por uno de los bandos para intervenir directa o indirectamente en operaciones militares. En caso de duda debe suponerse que su uso está amparado por las leyes humanitarias.
La Cruz Roja advierte que antes de lanzar un ataque contra un centro sanitario usado con fines bélicos debe emitirse un aviso para dar tiempo a cesar las operaciones militares lanzadas desde el mismo o evacuar a los enfermos y heridos que se puedan encontrar en hospital fijado como objetivo militar.
Unas disposiciones que derivan de la obligación primera de respetar y proteger a los heridos y a los enfermos, así como de las normas generales relativas a la conducción de las hostilidades que se aplican a cualquier tipo de ataque militar.
Violación del Derecho Humanitario
Todo ataque a un centro médico que no cumpla la excepción mencionada está considerado una violación del Derecho Internacional Humanitario y puede constituir un crimen de guerra. Para que esto pueda afirmarse el ataque debe ser intencionado o fruto de una negligencia en la verificación adecuada para discernir que su uso es militar y no civil.
Además puede constituir un crimen de guerra si se produce como una respuesta desproporcionada a una amenaza militar. Finalmente tendría esa consideración si el ataque sobre el hospital o centro médico, sospechoso de albergar operaciones militares, se realiza sin previo aviso y sin dar tiempo a la evacuación de personal médico y heridos.