"Cientos de miles de civiles y desplazados internos corren un grave riesgo en este momento en Al Fasher, Darfur Norte, con una situación de seguridad que se deteriora rápidamente", dijo en la red X (antes Twitter) el coordinador humanitario adjunto de la ONU en Darfur, Toby Harward.
El responsable de la ONU añadió que, si las FAR y el Ejército luchan por el control de esa ciudad, "tendrá un efecto devastador sobre los civiles", algo que va en contra del acuerdo alcanzado esta semana entre las partes beligerantes en la localidad saudí de Yeda, donde tienen lugar conversaciones con la mediación de Arabia Saudí y EE.UU.
Por su parte, la embajada estadounidense en Sudán también manifestó en un comunicado la preocupación por la masacre cometida durante los días 4 y 6 de noviembre en Darfur Oeste, donde según organizaciones humanitarias fueron asesinados al menos 200 civiles a manos de tribus árabes aliadas de las FAR.
De acuerdo con la nota, esta masacre también estuvo acompañada de "ataques étnicos" contra líderes y miembros de la tribu masalit, una de las comunidades más destacadas de África, que es oriunda de Darfur Oeste.
Los combates en Sudán se intensificaron hoy en el área metropolitana de Jartum y en Darfur, tras un nuevo fracaso de las negociaciones en Yeda entre las partes enfrentadas, que acordaron a principios de semana un alto el fuego humanitario y se comprometieron con proteger a los civiles.
Hasta el momento, la guerra iniciada el pasado 15 de abril ha causado la muerte de cerca de 9.000 personas y el desplazamiento interior y exterior de más de seis millones, mientras que otros 25 millones de sudaneses están en necesidad apremiante de ayuda humanitaria, según Naciones Unidas.