Durante su intervención en la XVI cumbre de la Organización de Cooperación Económica (OCE) en la capital uzbeka, Taskent, Erdogan recalcó que el conflicto entre Israel y el brazo armado del movimiento islamista palestino Hamás ya dura 34 días en los que "de forma despiadada han sido asesinados cerca de 11.000 gazatíes".
El presidente turco sostuvo que el "73 % de esas personas son mujeres o niños".
"Con el pleno apoyo de los países occidentales el Gobierno israelí está violando todo tipo de valores humanos y ataca escuelas, mezquitas, iglesias, hospitales, universidades y asentamientos civiles y continúa bombardeándolos", afirmó.
"Es un fanatismo que legitima (a juicio de Israel) incluso el asesinato de niños", denunció Erdogan.
El mandatario también criticó duramente a Occidente.
"Aunque ellos siempre hablan de derechos humanos, libertades y democracia, los países occidentales simplemente se mantienen al margen mientras Israel continúa esta masacre", aseveró.
A su juicio, esos países "no critican el asesinato de niños e incluso son incapaces de hacer un llamamiento a un alto el fuego en su actual estado de debilidad".
Erdogan sostuvo que las quemas del Corán son "toleradas" bajo el paraguas de la libertad de expresión, pero no toleran la bandera palestina en sus ciudades.
Argumentó que desde el 7 de octubre, cuando el brazo armado de Hamás atacó territorio israelí, esta "hipocresía" ha ido en aumento.
"Como musulmanes tenemos que reforzar nuestra unidad", dijo Erdogan, quien prometió continuar los esfuerzos diplomáticos para "garantizar un alto el fuego humanitario y evitar que el conflicto se expanda".
El mandatario adelantó que el 15 de noviembre por iniciativa de su esposa, mujeres de Jefes de Estado y de Gobierno se reunirán en apoyo a Gaza en Turquía.
"A fin de detener el derramamiento de sangre, la postura de la OCE es muy importante. Podemos elevar nuestra voz juntos a la hora de defender nuestra causa a favor de Palestina", sentenció.
"Si no lo hacemos hoy, ¿cuándo lo haremos?", enfatizó.
El presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyóyev, anfitrión de la cumbre de la OCE, que agrupa a diez países asiáticos -Turquía, Irán, Pakistán, Afganistán, Azerbaiyán, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán-, afirmó que la guerra plantea una grave amenaza a la paz y la seguridad mundiales.
"Desafortunadamente, como resultado de este sangriento conflicto, las víctimas son en primer lugar representantes de la población civil, especialmente mujeres, niños y ancianos. El peligro de que la guerra se extienda por toda la región es cada vez más real", dijo.
"No se puede permitir que la confrontación se convierta en un conflicto a gran escala. Instamos a las partes a poner fin inmediatamente a las hostilidades, iniciar negociaciones pacíficas y llegar a un compromiso razonable", recalcó, citado por su servicio de prensa.
También reiteró que el pueblo palestino tiene el derecho garantizado por las resoluciones de las Naciones Unidas a establecer su Estado independiente.