El cáncer de útero es el cuarto cáncer más común en las mujeres, y el virus del papiloma humano (VPH), una infección de transmisión sexual, juega un papel importante. Actualmente, si se diagnostica a tiempo es fácilmente tratable y las posibilidades de recuperación son altas.
“Con esta prueba fácil de realizar, muchas mujeres con sospecha de cáncer de útero podrían evitarse en el futuro histeroscopias y biopsias muy estresantes”, asegura Martin Widschwendter, el director del estudio que fue publicado este martes en la revista médica “The Lancet Oncology”.
El estudio fue desarrollado por el European Translational Oncology Prevention and Screening Institute (EUTOPS), vinculado a la Universidad de Innsbruck, y que se centra en las pruebas epigenéticas -cambios en los genes- para la prevención personalizada, la predicción de riesgos y la detección temprana de cáncer.
La nueva prueba, bautizada "WID-qEC", se realizó en el University College Hospital de Londres a 400 mujeres mayores de 45 años que presentaban sangrados vaginales anormales.
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El test consiste en tomar una muestra cervicovaginal para hacerle una metilación de ADN, un proceso que puede detectar si los genes pueden desarrollar cáncer o no por su comportamiento con su ambiente, y cuyos resultados están disponibles en cuestión de días.
Justo después de tomar esa muestra, se llevó a cabo el proceso estándar, es decir, ecografías uterinas y en los casos en los que era necesario, biopsias.
Con el procedimiento estándar se reconoció el mismo número de casos de cáncer que con la nueva prueba, que detectó cáncer de útero a doce de las mujeres que participaron en el estudio.
Sin embargo, la mejora es que “WID-qEC” habría ahorrado el 90% de los procesos quirúrgicos de diagnóstico, pues anteriormente, las mujeres con sangrado inusual debían someterse a esos procedimientos intrusivos, como histeroscopias y raspados uterinos.
Según el estudio, la novedosa prueba ofrece “resultados rápidos y un rendimiento mejor que las ecografías”.
Además, destacan que la clasificación de mujeres con sangrado uterino anormal mediante la prueba WID-qEC podría "reducir la tasa de falsos positivos".
Este estudio contó con financiación pública austríaca, de la fundación británica para el cáncer The Eve Appeal y del Consejo Europeo de Investigación.