Carlos III ya había leído el llamado “discurso” del soberano con anterioridad, cuando era príncipe heredero y le tocó sustituir en mayo de 2022 a su madre, la fallecida reina Isabel II, por no encontrarse bien.
Al no tener el Reino Unido una constitución escrita, la ceremonia de hoy en el Palacio de Westminster, sede de Parlamento, es la manera en que el país muestra, a través de usos y costumbres, la importancia constitucional del discurso del rey.
Estos son los puntos más destacados del acto:
- El rey Carlos III acudió desde el palacio de Buckingham al Parlamento en una carroza tirada por seis caballos blancos, junto con la reina Camila, que llevaba el abrigo blanco de su coronación.
- Una vez en el Parlamento, el monarca se dirigió a la Cámara de los Lores (alta), donde le esperaban los lores vestidos con las capas de armiño.
- Al entrar en la cámara alta, el monarca llevaba la corona imperial, una pieza de más de un kilo de peso, que cuenta con 2.868 diamantes, 17 zafiros, 11 esmeraldas, cinco rubíes y 269 perlas.
- La corona imperial, que se conserva todo el año en la Torre de Londres, junto al Puente de la Torre, es un símbolo de la importante relación entre monarquía y parlamento.
- En la Cámara de los Lores, reservada para la nobleza, Carlos III cumplió con el protocolo de rigor al pedir a una emisaria que llamara a los Comunes (diputados) para que escucharan su discurso.
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- Tras recorrer el pasillo que separa las dos cámaras en el Palacio de Westminster, la emisaria recibió un portazo nada más llegar a los Comunes, un gesto tradicional y símbolo de la independencia y el poder democrático de la cámara baja frente a la monarquía.
- Ante los Comunes, la emisaria dio con una vara tres fuertes golpes a la puerta para comunicar a los diputados la llamada del rey.
- Tras abrir la puerta, el primer ministro británico, Rishi Sunak, y el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, caminaron juntos hasta la Cámara de los Lores, seguidos de los ministros y los representantes laboristas de cada ramo, y el resto de diputados.
- Una vez todos en la Cámara Alta, el rey leyó en apenas diez minutos las líneas generales del programa del Ejecutivo para el próximo periodo parlamentario, tras lo cual empezará un debate en los Comunes.