Tras la aprobación en la Comisión de Constitución y Justicia del Senado, por 20 votos frente a seis, el proyecto pasará ahora al pleno de la Cámara alta, donde necesitará el apoyo de una mayoría de dos tercios, por tratarse de una enmienda constitucional.
La propuesta, ya aprobada por la Cámara de Diputados, modifica y simplifica el sistema tributario, con una unificación de distintos impuestos cobrados por las administraciones federal, regional y municipales, que se sobreponen y aumentan la carga sobre empresas y consumidores.
Uno de los principales cambios planteados en el proyecto, apoyado por los gremios patronales, crea un Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) que estará en torno a un 25 %, en el que serían unificados cinco tributos que son aplicados actualmente al consumo.
Asimismo, unifica tres tributos cobrados por la administración federal, uno regional y otro municipal, que pasarán a ser cobrados en un único impuesto nacional, con el que se constituirá un fondo a ser distribuido entre los estados y las alcaldías.
El proyecto incluye una vertiente social, que exenta de impuestos a los productos de la canasta básica, y también un nuevo tributo a los productos perjudiciales para la salud o el medio ambiente, como el tabaco, el alcohol, las gaseosas y agrotóxicos.
El Gobierno sostiene que esa reforma puede generar un crecimiento adicional del producto interior bruto (PIB) de poco más de un punto anual, pues se espera que reduzca considerablemente los costos de las empresas.
El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, manifestó este martes su deseo de que el proyecto sea aprobado esta misma semana en el pleno del Senado y aseguró que el nuevo modelo puede ser "la piedra angular de un nuevo proyecto de desarrollo".