Según un comunicado, continúa la búsqueda de un último minero que aún se encontraría en las galerías subterráneas de la mina Kostenko.
El incendio se declaró debido a una explosión de metano, de acuerdo con las autoridades y la propia compañía ArcelorMittal Temirtau, que precisó que en el momento del accidente en la mina había 252 operarios.
La Fiscalía abrió una investigación para esclarecer las causas y circunstancias del accidente en virtud del artículo 277 del código penal sobre la violación de las reglas de seguridad durante trabajos de minería o construcción, aunque la comisión gubernamental ya ha responsabilizado a la compañía minera.
El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, ordenó al Gobierno suspender inmediatamente la cooperación con ArcelorMittal Temirtau -compañía que pertenece al gigante siderúrgico ArcelorMittal- y se desplazó el sábado a Karagandá.
Tokáyev, que recibió un mensaje de condolencias del presidente ruso, Vladímir Putin, declaró el domingo día de luto nacional.
ArcelorMittal Temiratu anunció hoy un acuerdo con el Gobierno kazajo para la cesión a la república centroasiática de los activos de la compañía minera, que garantizó que ningún trabajador será despedido.
Las autoridades locales han acusado en los últimos años a esa compañía de incumplir sus compromisos de modernización de las infraestructuras tras varios accidentes en sus instalaciones que se han cobrado la vida de decenas de trabajadores.
La tragedia más grave tuvo lugar en 2006 cuando 41 mineros murieron en un accidente en una de las minas propiedad de gigante Mittal, que posee en la cuenca hullera de Karagandá un total de 15 minas y otros activos que obtuvo durante la privatización postsoviética en la mayor república centroasiática.