La cita se extenderá hasta el próximo viernes, un paso “crucial para renovar la ambición mundial” en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubái, para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados celsius, según ONU Cambio Climático, organizador del encuentro.
Se espera que unas 3.000 personas participen en esta Semana del Clima en debates en torno a “cuatro temas clave, diseñados para proporcionar contribuciones específicas de la región” para el primer balance global.
Serán tratados los desafíos y soluciones relacionados con los sistemas energéticos y la industria; asentamientos, infraestructura y transporte; tierra, océano, alimentos y agua; y las sociedades, la salud, los medios de vida y las economías, destacando iniciativas que ya están en marcha y que pueden ampliarse o implementarse.
“La Semana del Clima para América Latina y el Caribe es un espacio donde la sociedad civil, empresas privadas, academia y otros actores se congregan para compartir soluciones en temas climáticos, estrategias de prevención, de adaptación, de mitigación, de oportunidades”, dijo a EFE el coordinador regional de contaminación marina de la Fundación MarViva, Alberto Quesada.
MarViva, creada en 2002 y con presencia en Panamá, Costa Rica y Colombia, participará en la Semana del Clima en un panel sobre soluciones basadas en la naturaleza, donde se comentarán los beneficios del ordenamiento territorial, especialmente en poblaciones urbano costeras, que son de las más vulnerables y expuestas al cambio climático, explicó Quesada.
Vulnerabilidad ante la crisis climática
Los países de América Latina y el Caribe, destacó la ONU, se enfrentan a impactos climáticos cada vez mayores, tal como ocurrió este año, cuando la región fue testigo de una serie de fenómenos meteorológicos extremos incluidos incendios, sequías, inundaciones y temperaturas de récord, lo que subraya su vulnerabilidad a la crisis climática.
Pero al mismo tiempo, añadió ONU Cambio Climático, América Latina y el Caribe tienen la clave para múltiples soluciones climáticas dados sus activos naturales únicos: bosques, manglares y los arrecifes de coral, que sirven como sumideros de carbono y defensas naturales contra las inundaciones.
La región también se destaca como líder en energía limpia, con casi el 60 % de la generada a partir de hidroeléctricas y un potencial significativo para la eólica y solar, añadió.
La de América Latina y el Caribe es la tercera de una serie de Semanas Regionales del Clima organizadas en 2023, que comenzaron con la de África en Nairobi (Kenia), seguida de la de Medio Oriente y el Norte de África en Riad (Arabia Saudí), y cerrarán con la Semana del Clima de Asia Pacífico en Johor Bahru (Malasia), en noviembre próximo.
La Semana del Clima se desarrollará de forma paralela al XXIII Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe, que se llevará a cabo el jueves próximo en la capital panameña.
Es un espacio de diálogo político para que los Gobiernos de la región establezcan las prioridades para la acción ambiental y colaboren en la implementación de programas, proyectos y enfoques para abordar esas prioridades.
Tanto la Semana del Clima como el Foro de Ministros “son espacios estratégicos para ir avanzado hacia el cumplimiento de las metas, principalmente la meta del Acuerdo de París, y en general ir avanzado en la reducción de la generación de los gases de efecto invernadero”, dijo a EFE el representante de MarViva.