En el tercer trimestre del año, el fabricante de vehículos eléctricos tuvo unos beneficios netos de 1.853 millones de dólares, un 43,7 % menos que en 2022.
Según explicó la empresa, el costo de producción de sus nuevas plantas de montaje "siguió siendo más elevado" que el de las otras fábricas, por lo que en el tercer trimestre se han tomado medidas para remediarlo, y ya se han puesto en marcha "las modernizaciones necesarias para permitir mayores reducciones de los costos por unidad".
Los ingresos de enero a septiembre se situaron en 71.606 millones de dólares, de los que 23.350 millones correspondieron al tercer trimestre del año, una cifra inferior a lo previsto por los mercados.
El resultado bruto de explotación (ebitda) ajustado sumó 12.678 millones de dólares en los nueve primeros meses del año. En el tercer trimestre el ebitda fue de 3.758 millones de dólares, una reducción del 24 %.
En el primer semestre de 2023, los beneficios netos de Tesla ya se habían reducido en un 6,5 %.
A principios de este mes, Tesla informó que sus entregas de vehículos cayeron un 7 % y la producción un 10 % entre el segundo y tercer trimestre del año.
La compañía justificó el descenso de la producción a "paradas programadas" para modernizar las plantas de producción de la compañía
Tesla también ha aplicado en los últimos meses descuentos a sus vehículos para incentivar la demanda y en agosto lanzó en EE.UU. nuevas versiones más baratas de Model X y Model S en un momento de guerra de precios en Norteamérica entre los principales fabricantes de automóviles eléctricos.