"El ejército de ocupación anunció desde el principio que no se permitiría la entrada de alimentos, agua o combustible en Gaza, privando así a los palestinos de su humanidad y allanando el camino para la limpieza étnica", dijo el responsable de la entidad panárabe, una de las figuras diplomáticas que más categórica está siendo contra Israel.
"El desplazamiento forzado es un crimen de guerra, el acto de no distinguir entre civiles y combatientes es un crimen de guerra, y el castigo colectivo es un crimen de guerra. Esto es un crimen de guerra", subrayó Abulgueit en su discurso durante la apertura de la trigésima novena sesión del Consejo de Ministros Árabes de Justicia, cuya sede está en Bagdad, la capital iraquí.
Exigió desde la tribuna que se pongan "fin inmediatamente a las operaciones militares y que se abran urgentemente corredores seguros para proporcionar ayuda a la población, llevar bienes de primera necesidad y rescatar a los heridos después de que el sector sanitario casi haya colapsado en la área, que es siendo bombardeado cada minuto”.
Abulgueit quiso hacer hincapié en el silencio de la comunidad internacional: "no sólo seguirá siendo una vergüenza para Israel, sino también una mancha para la comunidad internacional y la conciencia global, que mantiene silencio en un momento en que el silencio se convierte en un crimen".
Egipto tiene previsto abrir este lunes el paso de Rafah, que conecta la Franja de Gaza con la península del Sinaí egipcio, para la entrada de ayuda humanitaria y la salida de extranjeros del enclave palestino, dijeron a EFE fuentes de seguridad egipcias.
Pero el ministro de Exteriores de Egipto, Sameh Sukri, señaló hoy que Israel no ha dado permiso aún para la apertura del cruce fronterizo.