El monarca jordano remarcó que “los territorios palestinos ocupados son escenario de una grave escalada, acción de violencia y agresión, que representan una prueba que confirma nuevamente que nuestra región no gozará de seguridad y estabilidad sin alcanzar una paz justa e integral sobre la base de los dos Estados”.
En su intervención, al inicio de la sesión inaugural de la nueva Asamblea Nacional jordana, Abdalá II insistió en que “la posición de Jordania se mantendrá firme” y no abandonará su papel “para defender y preservar los lugares sagrados islámicos y cristianos en Jerusalén desde el punto de vista de la custodia hachemita”.
“Nuestra brújula seguirá siendo Palestina y su corona, Jerusalén sagrada, y no nos desviaremos de la defensa de sus intereses y su causa justa”, reiteró.
Estas palabras de Abdalá II tienen lugar cuatro días después de que el grupo islamista Hamás lanzara un ataque sorpresa y sin precedentes contra Israel con miles de cohetes que irrumpieron desde la Franja de Gaza, y que desató una respuesta armada del Estado judío.
La creación de dos Estados, Israel y Palestina, es una de las propuestas de los países integrantes de la Liga Árabe con el objetivo de alcanzar la paz en la región y poner fin al conflicto que estalló en 1948 entre ambas partes.
Jordania, que mantiene relaciones con Israel desde 1994 y tiene responsabilidad en la gestión de la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, pidió el mismo sábado frenar la escalada en Gaza y sus alrededores, y alertó de las graves repercusiones de la violencia, que tiene su origen en “las agresiones y violaciones israelíes en Cisjordania contra el pueblo palestino”, al que Israel “priva de sus derechos”.
El número de fallecidos en Israel por el ataque sorpresa del sábado de Hamás superó hoy los 1.200 y los heridos superan los 2.900, mientras que los bombardeos israelíes en Gaza han dejado ya 950 muertos y al menos 5.000 heridos.