También se han escuchado explosiones, previsiblemente por las intercepciones del sistema antimisiles israelí Cúpula de Hierro, en el tercer día de guerra entre Israel y las milicias palestinas de Gaza.
Medios israelíes informan de impactos en un área abierta de Tel Aviv y en la autopista que une esa ciudad con Jerusalén.
Las milicias han lanzado miles de cohetes desde la mañana del sábado, cuando sí alcanzaron el centro de Israel, pero en las últimas horas los proyectiles no habían rebasado las zonas del sur del país, próximas a la Franja de Gaza.
Durante la noche, Israel ha bombardeado intensamente el enclave, atacando 500 objetivos de Hamás y la Yihad Islámica, aunque fuentes palestinas indican que también atacaron edificios residenciales donde viven civiles.
En torno al medio día, el Ejército indicó que seguía bombardeando objetivos de las milicias en la Franja, en concreto un almacén de municiones de Hamás y un pozo de entrada a un túnel subterráneo, así como dos salas de guerra de la Yihad Islámica, una de las cuales estaba dentro de una mezquita.
También atacaron un vehículo de Hamás que intentaba infiltrarse en Israel.
"El liderazgo militar y político de Hamás, todos sus activos, son atacables y están condenados", afirmó el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, quien advirtió al líder del grupo, Ismail Haniye -exiliado en Catar- de que "es un hombre muerto".
Casi 500 personas han muerto en la Franja y 2.300 están heridos por los bombardeos de la aviación israelí, mientras que en Israel se cifran los muertos en más de 700, además de 2.200 heridos.
Más de 123.500 personas están desplazadas internas dentro del enclave, e Israel está evacuando a toda la población civil de las comunidades colindantes a Gaza, donde esta mañana todavía quedaban siete puntos en los que seguían combatiendo con milicianos de Hamás.
El Ejército confirmó recientemente que ha recuperado el control en todas las áreas tomadas hace dos días por las milicias, pero advirtió de que todavía pueden quedar "terroristas" escondidos en ellas, con los que ha habido "intensos intercambios de fuego".
Israel se declaró el sábado en estado de guerra, después de que Hamás lanzara un ataque múltiple, por tierra, mar y aire, que pilló al país por sorpresa, de una escala sin precedentes, con el lanzamiento de miles de cohetes e incursiones terrestres en suelo israelí, donde han masacrado y secuestrado a decenas de ciudadanos.