Radoicic, un rico empresario y muy cercano al Gobierno serbio, ha sido detenido y conducido ante la Fiscalía, según informó el Ministerio del Interior de Serbia, país al que huyó tras el ataque, uno de los incidentes más graves en Kosovo desde hace años.
El detenido, expresidente de la Lista Serbia, el mayor partido político serbokosovar y apoyado por Belgrado, asumió la pasada semana la responsabilidad del ataque que ejecutaron unas treinta personas en Banjska, en el norte de Kosovo.
Aseguró entonces que su objetivo era "alentar" al pueblo serbio a resistirse contra el "terror" que, asegura, ejerce el Gobierno de Kosovo contra esa minoría, y eximió de responsabilidad a las autoridades de Belgrado.
Tras el asalto, Radoicic, que está bajo sanciones de EE.UU. por sus vínculos con el crimen organizado y por corrupción, abandonó el cargo de vicepresidente de la Lista Serbia.
Está considerado uno de los empresarios más ricos de Serbia y un estrecho colaborador del presidente de ese país, Aleksandar Vučić.
El Gobierno de Kosovo acusa a Serbia de estar detrás del ataque, algo que las autoridades serbias niegan, al tiempo que acusan a Pristina de discriminar a los serbios de Kosovo.
Esta antigua provincia de Serbia poblada mayoritariamente por albaneses étnicos, declaró su independencia en 2008, que Belgrado y los serbokosovares no reconocen.
La Unión Europea, con el apoyo de Estados Unidos, media en las difíciles negociaciones para que Kosovo y Serbia normalicen sus relaciones que han empeorado desde el año pasado, con numerosos episodios de violencia.