Los miembros de la tripulación y de seguridad, 55 pasajeros y los 83 migrantes que iban a ser traslados del centro de acogida de Lampedusa hacia Sicilia, fueron trasladados a un barco de la Guardia Costera que les condujo a Porto Empedocle y sólo una familia, compuesta por tres adultos y un niño de 14 meses, fue llevada de regreso a Lampedusa.
La evacuación se decidió durante la noche para evitar que esperaran demasiado en el barco, y no por razones de seguridad, ya que en ningún momento hubo peligro para la seguridad de los pasajeros, según los medios italianos.
Aunque las llamas fueron extinguidas, el ferri no pudo navegar por lo que quedó detenido a la espera de la llegada de ayuda para trasladar a los pasajeros.
Para vaciar el centro de acogida de Lampedusa, con capacidad para 300 migrantes, y trasladarlos a otras instalaciones, el gobierno utiliza también barcos de pasajeros además de los buques de la guardia Costera y Guardia de Finanza italiana.