“Todos los órganos estatales y las organización dependientes de ellos deben disolverse antes del 1 de enero de 2024, y la república de Nagorno Karabaj (Artsaj) deja de existir”, señala el primero de los dos puntos de un escueto decreto emitido por su presidente, Samvel Shajramanián.
La apisonadora militar de Bakú impone su condiciones
El restablecimiento de la legislación azerbaiyana en Nagorno Karabaj, que implica la disolución de la república autoproclamada en 1991, y el desarme de la formaciones armadas armenias fueron las condiciones que impuso Bakú para frenar la apisonadora militar que en menos de 24 horas acabó con la resistencia de los karabajíes.
Shajramanián llamó a los habitantes de Nagorno Karabaj, incluidos los que se encuentran fuera de su territorio, a tomar nota de las condiciones presentadas por Azerbaiyán para la reintegración y luego "decidir individualmente" sobre su permanencia o el regreso a sus hogares.
Para Azerbaiyán, los armenios que deseen quedarse en Karabaj deben aceptar la ciudadanía azerbaiyana y acatar la legislación del país.
Huida masiva y denuncia de "limpieza étnica" Pero el discurso de Bakú no cala entre los karabajíes que huyen con lo puesto y masivamente a Armenia de la nueva realidad en su territorio, reconocido como perteneciente a Azerbaiyán por toda la comunidad internacional.
Más de 70.000 habitantes de Nagorno Karabaj han llegado a Armenia desde el domingo pasado, cuando Azerbaiyán abrió el corredor de Lachín para que pudieran salir del enclave quienes quisieran abandonarlo.
En Ereván, el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, denunció que Azerbaiyán lleva a cabo una "limpieza étnica" y pronosticó que en los próximos días "no quedará ningún armenio" en Nagorno Karabaj.
"Es una acción directa de limpieza étnica de la que desde hace mucho tiempo veníamos advirtiendo a la comunidad internacional", insistió Pashinián, que demandó "medidas políticas y legales" de los actores internacionales para frenar a Azerbaiyán.
La comunidad internacional ha instado al presidente azerbaiyano, Ilham Alíev, a respetar los derechos y la seguridad de los armenios, y ha expresado su preocupación, pero ha evitado hablar de "limpieza étnica".
El Kremlin expresó hoy su preocupación por la situación humanitaria de las decenas de miles armenios que abandonaron Nagorno Karabaj.
"Lo más importante es que se proporcionen condiciones de vida dignas a quienes tomaron esa decisión (marcharse). El aspecto humanitario del problema es lo que más nos preocupa", dijo en una rueda de prensa el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
A la pregunta de quién es el culpable del éxodo de karabajíes, Peskov respondió que es "difícil hablar de culpables" y explicó que "no hay una causa directa".
Bakú advierte contra “narrativa alarmista”
Las acusaciones armenias de limpieza étnica fueron rechazadas de plano por el Gobierno de Bakú, que replicó que la "narrativa alarmista" de Pashinián "socava las posibles perspectivas de paz entre Azerbaiyán y Armenia".
"El primer ministro Pashinián sabe bien que la actual partida de los residentes armenios de la región de Karabaj en Azerbaiyán es una decisión personal e individual y no tiene nada que ver con una reubicación forzosa", señaló la diplomacia azerbaiyana en un comunicado.
Bakú subrayó que si algunos residentes armenios no quieren vivir en el país de acuerdo a las leyes de Azerbaiyán no se les puede obligar, pero instó a quienes quieren hacerlo a "no abandonar su lugar de residencia y formar parte de un Azerbaiyán multiétnico".
Las autoridades azerbaiyanas habilitaron una página web, en azerí, armenio y ruso, con el lema "Reintegración en aras de la paz, el desarrollo sostenible y la convivencia" para los que los habitantes de Nagorno Karabaj puedan empadronarse manera electrónica.
Según la Presidencia azerbaiyana, esta web fue diseñada para facilitar a armenios de Karabaj el acceso a todos los servicios públicos de país y “satisfacer sus necesidades socio-económicas y humanitarias”.