El juez dio así la razón a la demanda presentada por los municipios de Dordrecht, donde está la fábrica, Papendrecht, Sliedrecht y Molenlanden contra Chemours y su predecesor DuPont, con lo que se abre ahora la posibilidad de iniciar procesos de indemnización.
En su dictamen, el juez señaló que las emisiones al aire de una variante de las PFAS, conocida como PFOA, entre 1984 y 1998 constituían un acto ilícito. DuPont, de la que se escindió Chemours en 2015, conocía los peligros y no informó a las autoridades que debían conceder el permiso, afirma la sentencia.
Es posible que las emisiones de PFOA también fueran ilegales entre 1998 y 2012, pero el tribunal aún no puede determinarlo y, por ello, tomará una decisión al respecto más adelante.
A principios de este mes, una abogada presentó otra denuncia colectiva en nombre unos 3.000 vecinos de la fábrica de Chemours por presuntamente "introducir de forma consciente sustancias nocivas" con sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas cancerígenas en el suelo, aire y aguas superficiales desde 1962, poniendo en peligro la salud pública de los vecinos de la zona.
La abogada penalista neerlandesa Benedicte Ficq pidió una investigación criminal a esta compañía, antes conocida como DuPont, y buscan un juicio a todos los altos directivos que tuvo y tiene hoy.
Entre otras cuestiones, Ficq insta a la fiscalía neerlandesa a investigar si Chemours recibió sus permisos oficiales basándose en información engañosa.
PFAS es un nombre colectivo para miles de sustancias químicas que no se encuentran naturalmente en el medio ambiente y son populares en la industria porque son resistentes al calor y también repelen la humedad, la grasa y la suciedad. Se utilizan como revestimiento antiadherente en sartenes, en prendas hidrófugas, espumas contra incendios y en cosméticos.