Los efectivos antidisturbios golpearon a varios manifestantes, tanto hombres como mujeres, y los arrastraron hasta los furgones policiales, según informan los portales armenios.
Esto ocurrió cuando los manifestantes bloquearon el tráfico rodado en varias calles céntricas y en las inmediaciones de varios edificios administrativos.
Para ello, utilizaron bancos, contenedores, cubos de basura y patinetes eléctricos, lo que provocó también enfrentamientos entre los conductores y los descontentos.
El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, advirtió hoy, que coincide con el día de la independencia de la antigua república soviética, que las autoridades actuarían con dureza, pero dentro del marco de la ley, para impedir disturbios violentos.
Responsabilizó de los incidentes a familiares de antiguos dirigentes del país y también de Nagorno Karabaj, a los que acusó de provocar al Gobierno para que haya "un derramamiento de sangre en las calles de Ereván".
Es la tercera jornada de protestas contra Pashinián, al que también acusaron en 2020 de la derrota karabají en la guerra con el ejército azerbaiyano, que permitió a Bakú recuperar grandes cantidades de territorio.
La oposición armenia llamó hoy a la desobediencia civil y anunció protestas indefinidas contra el Gobierno.
"Empezamos a las 18.00 hora local (14.00 GMT). Nos reunimos en la Plaza de la República", escribió en Facebook el líder del bloque "Madre Armenia", Andranik Tevanián.
Simultáneamente, otro grupo de opositores armenios se declaró en huelga de hambre para exigir la dimisión de Pashinián, que se propone también negociar un tratado de paz con Azerbaiyán.
Representantes de Bakú y de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj abordaron hoy en su primera reunión tras la capitulación karabají la integración de la región en Azerbaiyán y las garantías de seguridad para sus habitantes.