Según indica el Ministerio de Seguridad Pública en un comunicado, el cortocircuito causó el incendio de la moto, de tipo scooter, y el fuego se expandió a una instalación eléctrica del edificio, lo que aceleró su propagación entre las decenas de motos aparcadas en la planta baja del edificio.
En apenas dos horas durante la noche del 12 al 13 de septiembre, las llamas se expandieron por todo el edificio de 45 miniapartamentos distribuidos en nueve plantas y causó la muerte de 56 personas (incluidos diez menores) y 37 heridos.
El hecho de que el origen del fuego estuviera en un motor de gasolina contradice los rumores propagados en las redes sociales, que atribuían el incendio a un fallo en un vehículo eléctrico.
La conmoción que ha causado el incendio en el país y la psicosis desatada en las redes llevaron a muchos propietarios y administradores de edificios de apartamentos a prohibir la carga de vehículos eléctricos en sus aparcamiento e incluso a cancelar contratos de alquiler de inquilinos con estos vehículos, según el periódico digital VnExpress.
El propietario del edificio, Nghiem Quang Minh, de 44 años, está detenido desde hace una semana a la espera de que se confirme si cumplía con la normativa de seguridad contra incendios.
Las imágenes de las víctimas y el estado desolador de las inmediaciones del edificio y del aparcamiento de la planta baja, con decenas de motos calcinadas, han reavivado en Vietnam el debate por la seguridad contra incendios en grandes urbes densamente pobladas, donde a menudo se construyen edificios con escasa planificación urbana.