"España ha sufrido un poco menos por la alta inflación en parte debido a la forma en que la escalada de precios de la energía ha impactado en la economía", explicó este martes la economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Clare Lombardelli, en la presentación del informe interino de Perspectivas.
En declaraciones a EFE, Lombardelli subrayó que "la economía española se ha comportado relativamente mejor si se compara con otras economías europeas que están mucho más expuestas a los precios de la energía" y además la expectativa es que España siga creciendo más.
En concreto, señaló que "el impacto en los ingresos reales de la gente y en la demanda ha sido menor" por una inflación de la energía también más baja.
De acuerdo con sus previsiones, el producto interior bruto (PIB) español crecerá este año un 2,3 %, dos décimas más de lo que la organización había anticipado en junio, y casi cuatro veces más que la media de la zona euro (0,6 %).
La inflación en España será de media del 3,5 %, cuando en la zona euro será dos puntos superior, y eso en gran medida por la energía. La llamada excepción ibérica ha permitido que España y Portugal hayan tenido y sigan manteniendo unos precios mayoristas de la electricidad sustancialmente por debajo de otros países de la Europa continental.
La economista jefe de la OCDE, no obstante, señaló que el crecimiento de la economía española se va a ralentizar el año próximo, aunque seguirá con una progresión superior a la del conjunto de la zona euro (1,9 %, frente al 1,1 %),
Lombardelli minimizó el efecto que hasta ahora ha tenido la inestabilidad política en España, por la incertidumbre sobre la posibilidad de formar gobierno después de las elecciones del 23 de julio.
Con carácter general, señaló que "la inestabilidad política es siempre difícil para la economía y puede afectar a la capacidad de la gente para planificar", pero a continuación puntualizó que "la economía española se ha comportado razonablemente bien dada la incertidumbre, las empresas siguen invirtiendo y las políticas continúan".
Y sobre el debate de si hay que aumentar más los salarios o se corre el riesgo de contribuir a las tensiones inflacionistas, afirmó que "hay que encontrar un equilibrio" porque "es comprensible que la gente que ha sufrido un choque en sus ingresos reales intente recuperar una parte" pero "sin alimentar la inflación" con grandes incrementos.