Anoche, el COGAT (organismo militar israelí que gestiona asuntos civiles en los territorios palestinos ocupados) anunció que aplazaba "la apertura del cruce de Erez para los trabajadores de Gaza hacia Israel" por 24 horas adicionales, tras una evaluación de seguridad.
Israel había cerrado los cruces con territorio palestino ocupado por tres días, desde el viernes hasta ayer, debido a la celebración del Año Nuevo judío (Rosh Hashaná), y sí reabrió los que conectan con Cisjordania ocupada.
Unos 17.000 palestinos de Gaza -con 2,3 millones de habitantes- tienen permiso para trabajar en Israel, y es común ver colas de trabajadores saliendo de la Franja tras los fines de semana o días festivos para volver a sus empleos.
La tensión aumentó esta última semana en la valla de separación entre el enclave costero e Israel, donde se produjeron tres tardes de protestas, la última ayer, en que hubo enfrentamientos entre palestinos y el Ejército israelí y cinco personas fueron heridas.
El pasado viernes también hubo manifestaciones, y los choques dejaron una docena de palestinos heridos, mientras que Israel atacó también un puesto militar de Hamás. El peor incidente se produjo el miércoles, cuando un artefacto lanzado por los propios palestinos explotó a los manifestantes y causó cinco muertos.
Se considera que las protestas de estos días han tenido el permiso tácito de Hamás, que controla Gaza desde que tomó el poder en 2007, cuando Israel impuso un férreo bloqueo sobre la Franja aún vigente.
En el pasado, en momentos en que no ha querido una escalada de tensión con Israel, Hamás impidió que los palestinos llegaran ante la valla separatoria, por lo que se interpreta que cuando sí permite estas manifestaciones es porque quiere ejercer presión hacia Israel.
El bloqueo por tierra, mar y aire que Israel impone sobre Gaza ha empeorado en gran medida las condiciones de vida y la economía del enclave, donde el empleo y el empobrecimiento están extendidos.
La situación en la zona de la valla divisoria entre Gaza e Israel estaba en relativa calma desde hace tiempo, y no se registraron grandes incidentes este 2023 hasta las protestas recientes.
Este área sí vivió un período de intensa tensión entre 2018 y 2019, durante las marchas semanales en que miles de palestinos pidieron el fin del bloqueo sobre Gaza en movilizaciones sostenidas con alto coste humano: el Ejército israelí mató a 223 manifestantes y dejó a más de 7.000 heridos por munición real, según la ONU.