El primer ministro japonés, Fumio Kishida, llevó a cabo hoy una remodelación de su gobierno y aumentó el número de mujeres en altos cargos en busca de un nuevo impulso. Es la primera vez en 19 años que una mujer ocupa la cartera de Exteriores en Japón.
Kishida, de 66 años, asumió el poder en octubre de 2021, pero su popularidad ha sufrido una dura caída en los últimos meses.
Remplazó a su ministro de Relaciones Exteriores Yoshimasa Hayashi por Yoko Kamikawa, una experimentada política de 70 años, que fue ministra de Justicia.
En total cinco mujeres integran el nuevo gabinete, frente a dos en el anterior, entre 19 ministros.
Se iguala así el número récord de mujeres en el gobierno alcanzado en 2001 y 2014.
El ministro de Defensa, Yasukazu Hamada, fue sustituido por Minoru Kihara, de 54 años, que es miembro de un grupo parlamentario a favor de reforzar las relaciones con Taiwán.
Kishida mantuvo su equipo económico en la remodelación, con Shunichi Suzuki como ministro de Finanzas y Yasutoshi Nishimura como responsable de Economía, Comercio e Industria.
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Popularidad de Kishida
Los índices de popularidad de Kishida y su posición dentro del partido gobernante Partido Liberal Democrático (PLD, derecha conservadora) han caído en picada en un contexto de aumento de precios en la tercera mayor economía del mundo.
Según un sondeo publicado el lunes por la cadena de televisión NHK, el apoyo al gobierno se sitúa en 36%.
Otra encuesta mostraba que la mayoría de los votantes estaban descontentos con los esfuerzos para atajar la inflación.
Kishida se presentará a la reelección el año que viene como presidente PLD, que ha dominado la política japonesa durante décadas.
Hoy, Kishida prometió que su gobierno pondría en marcha rápidamente un nuevo plan “drástico” para mitigar los efectos negativos de la inflación, y que ésta sería la “máxima prioridad” de su nuevo equipo.
Varios escándalos han empañado también la imagen del gobierno en los últimos meses, como los numerosos fallos de “My Number”, un sistema digital nacional de identificación de personas para trámites administrativos, y las repetidas meteduras de pata de Shotaro Kishida, el hijo mayor del primer ministro, que acabó destituyéndole el pasado mayo de su cargo de secretario político.