El Ejecutivo de Dublín sigue evaluando los aspectos legales y regulatorios de los llamados “hoteles flotantes”, después de que el ministro de Integración, Roderic O’Gorman, anunciara en mayo un plan para acomodar en barcos anclados en puertos y en barcazas de canales a unas 1.500 personas.
El diario The Irish Times informó hoy de que ese tipo de alojamiento, similar al que ya dispone, por ejemplo, el Reino Unido, “podría aún demorarse” varios meses, pero la titular de Justicia insistió en que es una de las opciones que contempla el Gobierno.
“Se trata de proporcionar refugio a personas sin importar dónde se encuentren, personas que huyen de la guerra, y estamos absolutamente comprometidos con eso”, declaró McEntee a la emisora de radio NewsTalk.
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La ministra defendió esta y otras medidas adoptadas por Dublín, como el establecimiento este mes de un campo de refugiados en la finca que acoge cada año el Electric Picnic, el festival de música más famoso de Irlanda, próxima a la pequeña localidad de Stradbally, en el centro del país.
Un grupo de residentes de la zona lanzaron esta semana "un foro público" para expresar su "confusión y enfado" respecto a la decisión de alojar a unos 800 refugiados y solicitantes de asilo en tiendas de campaña.
"Obviamente, se trata de garantizar más adelante que la gente tenga un lugar que sea más permanente o que no sea una tienda de campaña, pero creo que, como Gobierno, hemos demostrado que debemos analizar todas y cada una de las opciones", subrayó McEntee.
El Ministerio de Integración ha confirmado que el Estado provee alojamiento a un total de 92.400 refugiados y solicitantes de asilo, de los que 69.500 proceden de Ucrania y 22.700 de otros países.